La Policía Nacional detuvo ayer a Tolo Cursach, el mayor empresario de la noche de la Bahía de Palma y exmáximo accionista del Real Mallorca, por unos quince delitos, entre ellos narcotráfico, corrupción de menores, prevaricación y contra la Hacienda Pública. El arresto fue ordenado por el juez Manuel Penalva, que también dispuso la detención de dos de los lugartenientes de Cursach, Bartomeu Sbert y Antoni Bergas, antiguo inspector de la Policía Local.

La operación policial se desarrolló en el seno de unas pesquisas declaradas secretas y que forman parte de la macrocausa contra la corrupción en las Policías Locales de Palma y Calvià y en otros departamentos administrativos de Cort. El fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán también está al frente de la operación.

Cursach fue arrestado por agentes del Grupo de Blanqueo de Capitales en su domicilio de la zona de San Cayetano en Palma. El empresario posee en ese barrio varios inmuebles de lujo, donde residen también algunos familiares. Tolo Sbert, director general del Grupo Cursach Ocio, fue arrestado en el hotel que su empresa posee en Magaluf. Bergas, que hace años que dejó el cuerpo policial, ocupa el puesto de director general de Relaciones Institucionales.

Busca de pruebas

El juez Penalva dictó ayer varios autos de entrada y registro en domicilios particulares y en las sedes de algunos de los principales locales de Tolo Cursach. Varias comisiones judiciales se movilizaron a lo largo del día para buscar pruebas en esos lugares.

Los registros afectaron al Megaparkafectaron al Megapark (un complejo de ocio en s'Arenal) y las discotecas Tito's y Pachá (situadas en el Paseo Marítimo de Palma) y BCM, en Magaluf. Entre las casas visitadas por las comisiones judiciales y la Policía destacó un domicilio de Cursach en la urbanización Puntiró y la vivienda de Sbert. Fuentes policiales indicaron que se buscó documentación en el Megasport, el gimnasio del Grupo Cursach de Son Valentí.

Medios próximos al caso informaron de que en los últimos meses se han recopilado numerosas pruebas incriminatorias contra el conocido empresario, indicios que tratan de confirmarse con documentos en papel o soporte informático intervenidos en los registros.

Cursach es sospechoso de haber cometido unos quince delitos, entre ellos prevaricación, blanqueo de capitales, cohecho, contra la Hacienda Pública, narcotráfico y corrupción de menores.

El empresario empezó a ser investigado al principio de las pesquisas contra las tramas de corrupción de la Policía Local, pero nunca hasta ahora había sido imputado o detenido.

Cursach ha sido uno de los empresarios de la noche sospechosos de recibir un trato de favor por la Policía Local y otros departamentos municipales a cambio de sobornos.

Secreto sumarial

Las líneas de investigación contra el dueño de Grupo Cursach se han ampliado a medida que han ido avanzado las pesquisas, que se han mantenido bajo secreto sumarial.

Los tres detenidos fueron conducidos a primeras horas de la tarde a los calabozos de la Jefatura Superior de Policía. En principio no está previsto que hoy sean puestos a disposición del juzgado de instrucción 12. Su traslado a los juzgados podría hacerse mañana o incluso el viernes.

Ayer varios abogados estaban pendientes del teléfono móvil por si les avisaban del Grupo de Blanqueo de Capitales para asistir a los arrestados en su interrogatorio.

Tolo Cursach pudo haber contratado, hace algunos años, a agentes de la Policía Local como personal de seguridad, pero esas relaciones se rompieron hace años, según han admitido fuentes próximas al magnate detenido.

Dada la gravedad de los cargos que pesan sobre los arrestados no se descartaba ayer que el fiscal Miguel Ángel Subirán reclame su ingreso en prisión preventiva cuando sean puestos a disposición judicial. Penalva suele seguir las peticiones del fiscal en ese sentido. Tolo Cursach siempre ha negado haber estado implicado en las supuestas tramas de corrupción en las Policías Locales de Palma y Calvià.