El pleno del Parlament aprobó ayer, con el único voto en contra del PP, instar al Govern a "colaborar con todos aquellos procedimientos judiciales" que inicien los ayuntamientos para recuperar bienes inmuebles inmatriculados por la Iglesia. Este es uno de los puntos más relevantes de la proposición no de Ley para reclamar la titularidad del dominio público u otros derechos reales de bienes apropiados por la Iglesia, una propuesta centrada en instar al Govern a actuar en distintos aspectos en este asunto. En lo que se refiere a la reclamación ante la Justicia, el texto aprobado ayer rebaja

El grueso de la propuesta, rechazada integramente por el PP, recibió el respaldo de los partidos del Pacto, El Pi y Ciudadanos. Además de la colaboración en los procesos judiciales, el Govern se dirigirá al Decanato de los Registradores de la Propiedad Mercantil y Bienes Muebles de Balears para obtener las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia en Balears desde 1946 y elaborará en seis meses un listado de los bienes que se hayan inmatriculado a favor de la Iglesia católica en Balears, que será enviado a las administraciones públicas y al Parlament. Una vez realizado este listado, el Ejecutivo elaborará en seis meses un informe sobre los "efectos"de estas apropiaciones por parte de la Iglesia en la gestión, conservación y difusión de los bienes declarados de Interés Cultural (BIC) por los consells insulars.

El unico punto de la propuesta que no obtuvo el apoyo de El Pi y Ciudadanos, y que fue aprobado sólo con los votos del Pacto, fue el que emplazaba al Govern a establecer directrices para una "correcta presentación y difusión del significado cultural e histórico de los bienes que haya podido inmatricular la Iglesia católica convirtiéndolos en privativos". El Pi, que presentó una enmienda por la que se eliminaba la referencia a "privativos" y otros detalles rechazada por el Pacto, se abstuvo en este punto y Ciudadanos votó en contra.

El PP al Pacto: "Cristofóbicos"

El debate estuvo marcado por la intervención del diputado del PP Antoni Camps, quien basó su argumentación en un ataque a los partidos del Pacto, a los que acusó de aprobar esta iniciativa para calmar las "ansias de venganza de la ultraizquierda", movidos por una postura "anticlerical y guerracivilista promovida por la izquierda más ultra". En su intervención, jaleada y aplaudida desde la bancada del PP, Camps sostuvo que los partidos de izquierda con representación en el Parlament, a los que tildó de "cristofóbicos", representan lo mismo que aquellos que "quemaban Iglesias" en la República.

Camps incluso negó que Franco permitiera a la Iglesia hacerse con bienes de titularidad pública. "Franco no sólo no dio este privilegio a la Iglesia, sino que lo prohibió", dijo el diputado popular quien insistió en que la iniciativa para recuperar los bienes que la Iglesia se haya podido apropiar indebidamente responde a un "ánimo revanchista y radical".

Pasados los primeros momentos de estupor ante la intervención del diputado popular, los representantes del Pacto optaron por recibir con bromas desde sus escaños las palabras de Camps. La portavoz parlamentaria de Podemos, Laura Camargo, quien defendió la propuesta con Margalida Capellà, de Més, fue la encargada de contestarle, rebautizándolo como "Toni Trump" y acusándole de representar a "lo más ultra que hay en la extrema derecha".

El pleno celebrado ayer en el Parlament, no obstante, quedó descafeinado por la ausencia de la presidenta Francina Armengol por enfermedad, por lo que se pospuso su comparecencia sobre la Conferencia de Presidentes celebrada en Madrid.