La magistrada del juzgado de primera instancia de Palma que está siendo investigada por un presunto delito de revelación de secretos tendrá que enfrentarse a una nueva acusación. La mujer divorciada que la denunció por haber desvelado detalles de la demanda que presentó contra su exmarido, acusa también a la magistrada de un presunto delito de injurias.

Esta jueza está siendo investigada por la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia, debido a su condición de aforada. La magistrada envió varios correos a su expareja. En estos mensajes le dio detalles sobre un proceso de divorcio en el que había intervenido como jueza, sobre una mujer a la que hacía poco había conocido su exnovio. La jueza dedicó toda clase de críticas a esta mujer divorciada y en estos mensajes escritos intentó desacreditarla, aconsejando a su expareja que se apartara de ella. Además de las críticas, la magistrada también dedicó algunos insultos a la mujer llamándola "sabandija" y "víbora con pretensiones de parásita".

Este primer correo, al que después se añadieron otros, fue la principal prueba que justificó la aceptación a trámite de dicha querella. Inicialmente, se acusó a la magistrada de un presunto delito de revelación de secretos. La denunciante ha cambiado de abogado y ha contratado los servicios del despacho del conocido penalista Cristóbal Martell. Su nueva representación legal ha ampliado dicha querella y ha añadido, además del primer delito, un segundo de presuntas injurias. Aunque inicialmente estaba previsto que la magistrada, defendida por los abogados José Zaforteza y Miguel Arbona, acudiera mañana a declarar, esta cita se ha aplazado. La jueza del TSJB, Felisa Vidal, nombrada instructora de esta querella, ha aplazado la declaración, ya que debe pronunciarse antes sobre si acepta o no este nuevo delito.

Por otra parte, ayer se tomó tomó declaración al principal testigo del caso, el exnovio de la magistrada, con quien estuvo saliendo apenas tres meses. La pasada semana, a requerimiento del TSJB, este testigo entregó todos los correos electrónicos que recibió de la jueza, ya que inicialmente en la querella solo se había descrito el primero. El testigo confirmó que, en efecto, de vez en cuando se veía con su expareja y en una de estas conversaciones le señaló que había conocido a otra mujer. Días después recibió un primer correo, donde la jueza le detallaba que había intervenido en la resolución de las medidas provisionales y cuestionaba la propuesta económica que reclamaba la mujer divorciada a su exmarido como pensión para su hijo.

El testigo aportó todos los correos posteriores que recibió de la magistrada. Sin embargo, se ha decidido acotar los textos para que solo aparezcan los párrafos que afectan a esta querella, rechazando el resto que nada tiene que ver sobre los hechos que se están investigando.