En cierta forma, el tribunal le resta importancia al proceso administrativo de contratación del instituto Nóos, que se inició después de que Matas ordenara que se debían financiar los foros que encabezaba el marido de la Infanta. Las magistradas entienden que estos congresos turísticos tuvieron una utilidad y coinciden con la teoría que han mantenido tanto Torres como Urdangarin. Por tanto, concluyen que los dos directivos de Nóos no están obligados a devolver el dinero, como exigían las acusaciones. Precisamente, la valoración que se hace sobre la utilidad de los foros es una de las principales cuestiones sobre las que el tribunal no coincide con el criterio que sostenían el fiscal Horrach y la abogacía de la Comunidad Autónoma. Ni tampoco con lo que pensaba el juez Castro. Las acusaciones sostenían que al ser falsos los contratos que se firmaron para vestir la contratación, no tenía sentido alguno que se justificara la entrega de tanto dinero público, 2,3 millones, para financiar unos foros, cerrados al públicos, de escasa duración, que apenas tuvieron repercusión. Pero es que, además, las acusaciones denunciaban que el instituto Nóos había cruzado facturas entre las empresas de su conglomerado, para justificar los gastos pagados con dinero público. También denuncian que Nóos había cobrado al Govern balear gastos que se habían generado en los congresos de Valencia, por lo que las facturas presentadas era falsas.

Sin embargo, el tribunal realiza una interpretación muy distinta. En primer lugar, aplaude que se puedan celebrar estos congresos y que se financien con dinero público. También se afirma que no hay ninguna prueba que demuestre que Nóos pudo exagerar el presupuesto de los congresos para exigir estas cantidades al Govern, por cuanto no se ha demostrado el precio que representa la organización de encuentros parecidos. Y, por último, las juezas entienden las dificultades que ha tenido el instituto Nóos para justificar todos los gastos con la presentación de las facturas, ya que se les exigió que rindieran cuentas cuando ya habían transcurrido cinco años desde la celebración de los actos. Tampoco cree el tribunal punible este cruce de facturas entre las entidades del englomerado de Nóos, por cuanto la propia organización de los congresos generó unos gastos.

La sentencia no ha dejado satisfechos ni a las acusaciones, ni a las defensas. A las acusaciones por cuanto no se han aceptado las conclusiones que habían alcanzado sobre el proceso de contratación del instituto Nóos, y a las defensas de Urdangarin y Torres porque sus clientes, si la sentencia se confirma, tendrán que ingresar en prisión. Las defensas ya han anunciado que van a recurrir la sentencia ante el Supremo. En cambio, las acusaciones todavía no se han pronunciado sobre un posible recurso. El Govern anunció que antes de tomar una decisión se valorará la opinión técnica de los abogados de la Comunidad autónoma. Sin embargo, existe un alto porcentaje de que la sentencia vaya a ser recurrida, por cuanto el tribunal limita la posibilidad de que el Govern pueda exigir la devolución del dinero que Matas entregó a Urdangarin.

Pero si desde el punto de vista económico Iñaki Urdangarin y su exsocio han salido casi indemnes de sus relaciones con el Govern, mucho mejor les han salido sus gestiones en Valencia, donde recibieron cuatro millones de euros. El tribunal aplaude las iniciativas que desarrolló Nóos y entiende que la Generalitat se guió más por la figura de deportista de elite que representaba Urdangarin, que por ser el yerno del Rey. Pero es que, además, en la sentencia se apunta que en los congresos de Valencia fueron más los beneficios que generaron los encuentros, que los gastos organizativos.

Por tanto, con este criterio alcanzado por el tribunal, los directivos de Nóos solo tendrán que devolver una mínima parte de los más de seis millones de euros públicos que recibieron para financiar sus proyectos, lo que también sirvió para engordar las cuentas corrientes de Torres y Urdangarin. Del dinero de Valencia no tendrán que devolver un solo euro. Del de Balears, solo tendrán que devolver una mínima parte. Además de la última factura, también tendrá que devolver el dinero por el proyecto de control del equipo ciclista que patrocinó el Govern.