Si en AENA consiguen sacar adelante el plan para elevar la actividad de Son Sant Joan de 66 operaciones por hora a 80, el aeropuerto que ha nutrido de turistas la saturación de la pasada temporada alta estará en disposición de pasar del récord de 26 millones de pasajeros al año de 2016 a una nueva marca de 32 millones. Llegado a ese punto, a Son Sant Joan le harían falta más ampliaciones para seguir llenando de turistas la isla y de euros la caja registradora de AENA. Y ese crecimiento también está previsto en el Plan Director del aeropuerto, que plantea dos alternativas para seguir aprovechando la isla para hacer euros. La primera pasa por utilizar el actual espacio vacío entre las dos pistas, una zona militar dependiente del Ministerio de Defensa, para construir una nueva terminal.

Aunque antes de eso se propone un desarrollo similar al que ahora planifican: llevar al máximo posible la longitud de las actuales terminales y zonas de estacionamiento y embarque. De ahí también los planes, esbozados en fuentes no oficiales del aeropuerto, para aprovechar las antiguas instalaciones de Iberia Cargo en la terminal B y ganar zona de estacionamiento y de terminal. Otras opciones para conseguir metros pasan por soterrar algunas de las actuales plataformas elevadas de conexión de terminales. Y fuera de las pistas y zonas de embarque ya se piensa en una ampliación del párking de coches, que podría crecer con dos alas adicionales. Todo para poder ir más allá de esos vuelos cada 45 segundos que ahora se planean para la isla del abarrote.