Es cierto que, como argumentan las tres magistradas del caso Nóos, no existían pruebas para declarar a la infanta Cristina culpable de dos delitos fiscales. Cualquiera que haya seguido la vista oral pudo comprobar que ni acusados, ni testigos, ni peritos, ni documentos incriminaron a la hermana del Rey. La solución de la absolución es así justa, aunque muchos sigan pensando que se le ha podido dar un trato de favor a la Infanta.
Cosa distinta es que buena parte de la ciudadanía haya condenado, hace años, a doña Cristina y a su marido Iñaki Urdangarin. El pueblo dictó sentencia hace tiempo, aunque el fallo capital es de los tribunales.
La pena de 6 años y 3 meses para Urdangarin es, por otro lado, proporcional a la gravedad de los delitos cometidos.