El director general de Movilidad, Jaume Mateu, ha recibido esta mañana a los líderes de las asociaciones del taxi, organizadoras de la protesta que ha colapsado el centro de Palma, para tratar de acercar posturas y encontrar así una solución que ataje el conflicto. La reunión ha acabado sin acuerdo, aunque el Govern ha emplazado a los taxistas a un nuevo encuentro que tendrá lugar el próximo lunes.

Mateu ha tratado de transmitir a los manifestantes que el Govern no trata de perjudicar al sector del taxi, sino de mejorar el transporte público con una oferta que ya existe en otros destinos turísticos similares a Mallorca, "Negamos la mayor", ha dicho el director general respecto al gran impacto sobre su negocio que denuncian los taxistas. Según los cálculos del Govern, el servicio de autobuses a las áreas con mayor concentración de hoteles generará anualmente unos 800.000 viajes, mientras que el año pasado en taxis y autocares discrecionales salieron y llegaron al aeropuerto 26 millones de usuarios.

La manifestación de esta mañana estaba encabezada por una pancarta con el lema "No a la ruina de 3.000 familias", y los taxistas llevaban carteles con otros lemas como "Govern mentiroso", "Servicio duplicado, intereses encubiertos" y "Para favorecer a tres empresas se cargan 2.000".