Jueces, fiscales y secretarios se unieron ayer por la mañana a la sonora protesta de los funcionarios judiciales de Palma contra el caos informático que sufren desde hace meses Los sindicatos convocantes de las concentraciones, CSIF y UGT, reclamaron al ministerio de Justicia que dote a las oficinas judiciales de los medios técnicos adecuados para hacer su trabajo con agilidad y dignidad.

Las protestas tuvieron lugar a las 11 de la mañana en las puertas de los juzgados penales de Vía Alemania y civiles y sociales de sa Gerreria.

En Vía Alemania participaron varias decenas de personas, en su mayor parte funcionarios. Pero también salieron a la calle jueces, fiscales y secretarios. Los trabajadores usaron silbatos y bocinas para animar la concentración.

El CSIF, que ha iniciado también una recogida de firmas entre los funcionarios, criticó al Ministerio por "su total apatía, desidia e incompetencia" a la hora de afrontar las reformas en los sistemas informáticos y la supresión del soporte papel.

Sin interés en solucionarlo

Para el sindicato de funcionarios, Justicia no ha mostrado ningún interés en solucionar los numerosos problemas causados por el caos informático y que desde hace meses sufren juzgados, tribunales y sedes de la fiscalía.

Por su parte, UGT denunció "la descoordinación, improvisación, falta de medios y falta de formación específica para la puesta en marcha de la justicia digital".

Según el sindicato, el centro de atención al usuario creado por Justicia para atender las incidencias "está desbordado" y la solución a los problemas se demora o no se alcanza.

La Justicia balear ha sufrido en las últimas semanas dos grandes apagones informáticos totales coincidiendo con cambios en los servidores. Algunas fuentes atribuyen los problemas a que el Ministerio optó por unificar todos los servidores de juzgados y fiscalías de las islas en uno, situado en Madrid.

Otra posible fuente de disfunciones es la obsolescencia de algunos de los principales programas de gestión procesal, que cada vez que se actualizan ralentizan las tareas cotidianas.

Los sindicatos piden unos sistemas que faciliten las tareas de funcionarios, jueces, secretarios y fiscales y que, al contrario de lo que ocurre ahora, permitan unas ágiles comunicaciones.