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Balears se aferra a la experiencia de Lecce para evitar la tala masiva

La contención no sólo ha sido únicamente aplicada en esta región italiana, sino que la UE se lo permitió en exclusiva

Lecce es la provincia más al sur de la región italiana de Apulia, el tacón de la bota de Italia, y ahora la única esperanza de Balears para no tener que arrancar miles de árboles en las islas por la plaga detectada de Xylella fastidiosa. Lecce es la única región europea a la que Bruselas ha dado licencia para no aplicar el drástico protocolo de erradicación. El Govern confía en este precedente para salvar el campo mallorquín de la tala masiva a la que obliga la UE.

La normativa europea, que establece las medidas contra la bacteria, además del plan de erradicación, consistente en arrancar todos los árboles, plantas y arbustos susceptibles de ser infectados en un radio de 100 metros a la redonda de todo caso detectado de Xylella, incluye un artículo en el que contempla un plan de contención, menos agresivo y que prevé la tala sólo de los árboles infectados. Sin embargo, este plan no sólo ha sido únicamente aplicado en Lecce, sino que la propia normativa lo contempla exclusivamente para esta región italiana.

"No obstante lo dispuesto en el artículo 6 -que detalla las medidas de erradicación-, únicamente en la provincia de Lecce el organismo oficial competente del Estado interesado podrá decidir aplicar medidas de contención", reza la decisión de la Comisión Europea aprobada el 18 de mayo de 2015 y que establece qué medidas tomar.

A Lecce se le dio esa licencia por ser la primera región en detectarse la bacteria en Europa y por el avanzado estado de propagación de la plaga. En ningún sitio la Xylella ha sido tan agresiva, provocando la desecación y muerte de cientos de miles de olivos.

"No seríamos los primeros"

Pese a que la norma contempla que la contención es "únicamente" para Lecce, la Conselleria de Medio Ambiente tiene en este precedente su gran esperanza. "No seríamos los primeros", defiende el conseller Vicenç Vidal su plan de contención, apelando a la región del sur de Italia.

Mientras Bruselas no da pistas de estar dispuesta a hacer de Mallorca y Eivissa una nueva excepción, desde el Govern creen que hay argumentos que lo justifican y que "orientan en esta dirección".

"El hecho de estar presente en una extensión amplia, los indicios de que hace más de dos años que la tenemos o que somos islas, y, por lo tanto, un territorio cerrado", son los puntos que ha puesto sobre la mesa hasta ahora el director general de Agricultura del Govern, Mateu Ginard, para defender que la erradicación no tendría sentido en el archipiélago.

Es por ello que una de las primeras medidas del Govern ha sido declarar todo el archipiélago zona infectada por la bacteria.

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