Para comprar una vivienda nueva en Mallorca o el resto de islas es necesario disponer de una media de más de 270.000 euros. O lo que es lo mismo, un 35% más del gasto que puede afrontar un ciudadano medio de las islas. Y si se decanta por la segunda mano, el resultado no es mucho mejor, ya que su precio medio se sitúa en los 240.000 euros, un 20% más del margen de que dispone la clase media del archipiélago. Es decir, el mercado inmobiliario balear se ha situado ya fuera del alcance de la mayoría de sus residentes, según reconoce el presidente de la asociación de promotores de las islas, Luis Martín, que no oculta que la mayor parte de las empresas que representa solo hacen "casas para ricos" porque "no podemos hacer de las otras, aquellas que van destinadas a las clases medias".

Los datos facilitados por el presidente de la citada patronal, obtenidos del ministerio de Fomento, reflejan el grave problema que actualmente padecen los habitantes de Balears a la hora de acceder a una residencia.

En primer lugar, porque la vivienda nueva balear se está vendiendo actualmente por un precio medio que se sitúa en torno a los 270.000 euros, por encima incluso de las provincias de Madrid o Barcelona, y que solo se ve superada por los más de 280.000 euros de Bizkaia.

Eso supone que los inmuebles de nueva edificación que salen al mercado y que se están vendiendo actualmente no están al alcance de la mayoría de los bolsillos isleños, un factor que se ve afectado también porque las retribuciones que se abonan en el archipiélago son inferiores a la media nacional.

El presidente de los promotores reconoce que las empresas están apostando por la promoción de inmuebles de alto nivel por una simple razón: son los que encuentran comprador con más facilidad.

En este sentido, no oculta que la crisis económica ha afectado en menor medida a las grandes fortunas, a lo que se suma una demanda extranjera de elevado poder adquisitivo que no deja de crecer debido al éxito de las islas como punto para contar con una segunda residencia.

El problema del suelo

¿Por qué no se construye vivienda asequible para los isleños? La mayor parte de los residentes solo puede acceder a inmuebles cuyo precio oscile en torno a los 150.000 euros y mientras no se superen los 200.000 como límite máximo, según Martín. Y con el actual valor del suelo, que no deja de crecer, este tipo de promociones inmobiliarias resultan inviables.

La solución, con un valor tan alto de los solares, no pasa por recalificar nuevo suelo, en opinión de Luis Martín, ya que "nadie quiere construir en el campo". Para evitar el consumo de territorio y con un suelo tan caro, la única solución pasa por poder edificar más viviendas en un solar de las autorizadas actualmente, es decir, permitir que éstas sean algo más pequeñas y además hacer posible que el edificio gane altura, de forma que el impacto que el coste del terreno tiene sobre cada vivienda sea más reducido, añade el presidente de los promotores. Porque sin esas opciones, el precio con que un piso puede salir al mercado es demasiado alto.

Martín recuerda que en estos momentos los bancos solo prestan el 80% del valor del inmueble (salvo que sea una vivienda que ellos tengan en propiedad, para la que si financian la totalidad del precio), lo que supone que para un piso de 250.000 euros el comprador debe aportar de entrada 50.000 euros más los 25.000 del IVA. Y casi nadie dispone de esos 75.000 euros ahorrados.

La opción por la que se decantan muchas promotoras es por la de hacer menos viviendas, pero más grandes y más caras, y situadas en emplazamientos que puedan ser atractivos para la demanda de alto nivel o extranjera, como pueden ser barriadas palmesanas como Santa Catalina o Son Espanyolet.

Un dato a tener en cuenta: en 2014 el precio medio de la vivienda nueva balear se movía entre los 200.000 y los 220.000 euros, cuando ahora supera los 270.000, lo que refleja el fuerte encarecimiento que se ha registrado.

La vivienda nueva es escasa y cara, así que la demanda de los residentes se ha desviado hacia la segunda mano, pero con problemas muy similares. Porque el precio medio de una residencia usada se mueve actualmente en Balears entre los 230.000 y los 240.000 euros, según los datos facilitados por los promotores y por el ministerio de Fomento. Ni una sola provincia española alcanza unos valores tan elevados.

Este encarecimiento se explica por la citada concentración de la demanda, y también por las adquisiciones realizadas por los extranjeros, que tienen una capacidad para hacer desembolsos muy superior a la de los residentes.

Precio para extranjeros

Hay un dato que refleja ese elevado poder adquisitivo y que es subrayado por el presidente de los promotores: cuando la compra la realiza un ciudadano extranjero, el precio medio que paga actualmente en Balears por una vivienda nueva supera los 340.000 euros, un valor que solo es mayor en Barcelona. Y cuando es de segunda mano, paga una media de más de 290.000 euros, la cifra más elevada de todo el país. Si tenemos en cuenta que el 40% de las compras que se realizan en las islas las protagonizan extranjeros, es compresible que los promotores aspiren a tenerlos como clientes.