El médico al que el IB-Salut denegó aplazar su jubilación forzosa a los 65 años y seguir en su puesto de Son Espases hasta los 70 pidió al TSJB que condenara a ese organismo público, dependiente del Govern, a pagarle 12.000 euros para compensarle por los daños morales sufridos. La sentencia, no obstante, declara que no procede establecer esa compensación porque el ginecólogo no ha acreditado los daños morales supuestamente padecidos por haberse tenido que jubilar a los 65 años.

El tribunal, por el contrario, sí que reconoce el derecho del médico a percibir los salarios que no ha cobrado desde que fue jubilado forzosamente en julio del 2015. La sala también dispone que el médico reintegre a la Seguridad Social las cantidades que haya recibido en concepto de jubilación durante todos esos meses. El fallo puede recurrirse ante el Tribunal Supremo.