Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Empleo

La brecha entre las personas que trabajan en verano y las del invierno se amplía en Mallorca

En 2007 había en la isla un 19,6% más de empleados en julio con respecto a diciembre y en 2016 esa diferencia ha aumentado hasta situarse en un 27,8%

La brecha entre las personas que trabajan en verano y las del invierno se amplía en Mallorca

Este año ha trabajado en Mallorca durante el mes de julio un 27,8% más de personas que las que lo han hecho en diciembre. Antes de iniciarse la crisis, durante 2006 o 2007, este porcentaje se situaba ligeramente por encima del 19%, lo que refleja que la brecha laboral entre el mes con mayor actividad y uno de los de menor se ha abierto a lo largo de los ejercicios más negativos para la economía de la isla. Sin embargo, desde la conselleria de Trabajo se apuntan dos datos para demostrar que la situación que se está viviendo dista mucho de ser negativa: la cifra de afiliados a la Seguridad Social está creciendo en pleno invierno a ritmos próximos al 5% ("algo que ya querrían muchas comunidades autónomas", según subraya el director general de Empleo, Llorenç Pou). Además, a lo largo del año cada vez hay más meses que se parecen a los del verano debido al alargamiento de la temporada turística.

Los datos facilitados por el Govern (a través de su instituto de estadística o de la propia Conselleria) reflejan cómo se ha movido la brecha del empleo entre esos dos meses. Como se ha indicado, su punto más bajo en Mallorca se alcanzó en 2006 y 2007, cuando la construcción estaba en máximos históricos pero a punto de entrar en su periodo más duro. En esos dos ejercicios, en julio había un 19,7% y un 19,6% respectivamente más de personas con un puesto de trabajo que en diciembre. Ese porcentaje se acercó ya al 24% durante 2009 y 2010 para pasar a superar el 28% en 2011 y 2012, e incluso acercarse al 29% en 2013, cuando la brecha se hizo más amplia. Durante los tres últimos ejercicios esta tasa se ha movido en el 27% o por encima (27,8% en 2016).

Hay otro dato que refleja lo sucedido durante la última década. En julio de 2007 había en Mallorca 407.193 afiliados a la Seguridad Social, cifra que en el mismo mes del pasado año ya se había visto superada, hasta alcanzar los 412.546. Es decir, en pleno verano ya trabaja en la isla más gente que durante los años previos a la crisis. Pero en invierno no sucede lo mismo: este pasado diciembre contó con 322.600 afiliados, cuando en ese mismo mes de 2007 se habían alcanzado los 340.399.

Demanda social y consumo

Hay varios factores que reflejan esta diferencia. Uno de ellos es las apreciación de las organizaciones que ayudan a la población más necesitada, como Cruz Roja o Cáritas, desde las que se afirma que la demanda de auxilio se vio reducida durante 2016, coincidiendo con el denominado 'verano récord', pero que a partir de noviembre, mes en el que se dio por concluida la temporada turística, el volumen de gente con problemas que acude a sus oficinas volvió a repuntar hasta situarse al mismo nivel que los inviernos anteriores. La conclusión es que la fuerte actividad estival ha supuesto una clara mejora a la hora de buscar un empleo, pero muchos de los contratos que se han generado han sido muy precarios y con bajos salarios, haciendo que la situación de vulnerabilidad retorne en cuando cierran los negocios turísticos.

El comercio tradicional también ha insistido en que todo fue viento en popa mientras los turistas estuvieron recorriendo las inmediaciones de sus establecimiento, pero que la fiesta se acabó en cuento llegó noviembre salvo por una excepción: los días de la campaña del Black Friday. Desde entonces, todo han sido malas noticias, según aseguran las patronales del sector. Y el motivo es que el consumo de los residentes sigue siendo muy débil.

El director general de Empleo señala que el hecho de que esta brecha se haya podido abrir a lo largo de la crisis no debe de hacer perder de vista que los meses de temporada media, como abril u octubre, están mostrando unos niveles de actividad económica muy superior a lo que venía siendo habitual gracias a una temporada turística que comienza antes y acaba más tarde, a lo que se suma que el empleo sigue creciendo en invierno a ritmos del 5%.

Pero hay otro elemento que Llorenç Pou subraya: en diciembre de 2006 y 2007 la construcción mantenía unos niveles de actividad muy superiores a los actuales y a los que no se aspira a volver, y se trata de un sector que registra sus puntas de trabajo durante los periodos invernales.

Compartir el artículo

stats