La expresidenta del Parlament Xelo Huertas pidió ayer a la jueza de primera instancia 14 que revoque su expulsión disciplinaria porque esa medida lesiona tres derechos fundamentales, según argumentó su abogado Francisco García Montañés. Por su parte, la letrada de Podemos, Aina Díaz, calificó a Huertas de "chantajista", la culpó de causar un grave daño a la imagen del partido y argumentó a la jueza que reponerla como militante sería tumbar el código ético de la fuerza morada. La fiscal no apoyó su vuelta a Podemos.

Ayer se celebró la vista oral para proposición de pruebas sobre la demanda civil formulada por Huertas contra Podemos a raíz de su expulsión, que se ha traducido primero en la salida del grupo parlamentario de Podemos y después en su destitución como presidenta de la Cámara autonómica. La hoy diputada del grupo mixto pidió también a la magistrada que cautelarmente ordene a Podemos que la readmita en el partido.

García Montañés manifestó que "los miembros de un partido político tienen derecho a la crítica incluso dentro del partido y que no se puede expulsar a nadie por decir su opinión". Según el abogado demandante, "Huertas ha sido expulsada sin ningún motivo: únicamente una frase en un chat (interno de dirigentes de Podemos)". "No hay ningún motivo, no hay nada para justificar la sanción", apostilló el letrado.

Picornell sale ganando

El letrado añadió que las conversaciones en aquel chat sobre los presupuestos del Govern balear y la partida destinada al científico y miembro de Podemos Daniel Bachiller fueron una simple discusión que no puede desembocar en la expulsión de nadie.

Francisco García sostuvo que la sanción está generando a la diputada Huertas tres vulneraciones de derechos fundamentales: la libertad de expresión, la libertad de participar en la vida política, presentarse a la listas y ocupar cargos, y la igualdad al haber sido discriminada en relación al diputado Baltasar Picornell.

El abogado sostuvo que Picornell también apoyó en aquel chat que se aprobara la partida presupuestaria para Daniel Bachiller, pero no ha sido expulsado como Xelo Huertas o la también diputada Montserrat Seijas. "Baltasar Picornell manifiesta lo mismo (que Huertas), no se le ha sancionado y, en cambio, se le premia sustituyéndole como sustituto de Huertas en la presidencia del Parlament".

El demandante acabó su exposición calificando de "tremenda injusticia" lo ocurrido con su representada.

Aina Díaz se opuso a la reincorporación de Huertas a Podemos e insistió en que, si la jueza se inclina finalmente por revocar cautelarmente la expulsión eso no significa que la diputada regrese al grupo parlamentario morado ni recupere la presidencia de la Cámara. Según la letrada, la demanda no puede influir en las decisiones del grupo parlamentario de Podemos (siete votos a favor de la expulsión de Huertas y Seijas, dos en contra y una abstención) ni en la de la mesa del Parlament cuando adoptó la destitución de Huertas como presidenta.

Según Díaz, la expulsión de la demandante estuvo plenamente justificada por una falta disciplinaria.

"Huertas no respetó los estatutos de Podemos y desoyó las directrices de la asamblea ciudadana de las que emana el código ético del partido. La base razonable de la expulsión es la indubitada vulneración del código ético emanado de una asamblea ciudadana", arguyó la abogada.

La parte demandada añadió que la fuerza morada se impuso un código ético más estricto que otros partidos y donde están prohibidas las situaciones que pueden desembocar en corrupción o en otros delitos.

Díaz acusó a Huertas, que asistió a la vista, de "chantajista, al querer condicionar la aprobación de los presupuestos de la Comunidad Autónoma a que se arregle la situación laboral de su amigo Daniel Bachiller".

La representante de la parte demandada negó que la situación de Huertas sea similar a la de Baltasar Picornell, como alegó García Montañés.

Díaz culpó a Huertas de haber causado "un grave daño a la imagen del partido" y apostilló que su regreso a la condición de militante sería "tumbar el código ético de Podemos y decirle que no puede tener un código ético más estricto que el del Partido Socialista, por ejemplo". A la vista oral también asistieron como público dos abogados de Montserrat Seijas, que también ha formulado una demanda civil para anular su expulsión de Podemos. La jueza dictará un auto sobre la militancia de Huertas en unos días.