El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL), que agrupa a profesionales de la Comunidad Valenciana y Balears, vincula "la agresividad" de la plaga de Xylella en las islas a otros problemas agrarios como la sequía o enfermedades, como el fong de la fusta. Por otra parte, los ingenieros agrónomos ven "elevadas probabilidades" de la presencia de la plaga, ahora encontrada en Balears, en comunidades autónomas de la península.

En un comunicado, los Ingenieros Agrónomos precisan que "la bacteria ataca especialmente a ejemplares de elevada edad, con pocas o ninguna medida cultural, y combinado con otras enfermedades como pueden ser hongos de madera". En la misma línea, aseguran "a ciencia cierta" que la "agresividad" de la bateria viene asociada a la sequía, al abandono de cultivos y plantaciones viejas.

Los ingenieros agrónomos de Valencia y Balears alertan también de la existencia de árboles y plantas que "pueden no mostrar ningún tipo de sintomatología pero tener la bacteria".

Por otra parte, el delegado del Colegio de Ingenieros Agrónomos en la isla, Omar Beidas, señala que "la lenta capacidad reproductiva de la bacteria, así como el estado de afectación de los positivos que desde el Govern balear se están detectando, parecen indicar que está presente desde hace años en el territorio balear, y por ello, las probabilidades de su detección en otras regiones peninsulares son más que elevadas".

Precisamente, ayer el departamento de Sanidad Vegetal de Andalucía descartó la presencia de Xylella en la comunidad tras realizar 367 actuaciones específicas de vigilancia de esta bacteria y tomar 1.592 muestras de material vegetal sensible en 2016 en las ocho provincias, todas ellas con resultado negativo. Así lo precisaron a agencias fuentes del Servicio de Sanidad Vegetal de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta.

Reclaman más recursos

El Colegio de Ingenieros Agrónomos reclama "equipos de ingenieros agrónomos estables y dotados para poder desarrollar medidas efectivas de contención" y "recursos suficientes para los investigadores que trabajan en los tratamientos para su control".

Con todo, el COIAL llama a la prudencia y pide "aprender a convivir con la bacteria oportunista tal como hemos hecho con otras plagas y enfermedades como el picudo rojo" o como se viene haciendo en Estados Unidos.