La concesión del Túnel de Sóller habría acabado el pasado año y el Consell de Mallorca no tendría necesidad de rescatarla para eliminar el peaje en el paso subterráneo. No obstante, la institución insular presidida por Maria Antònia Munar obligó a la concesionaria a realizar una reformas que por contrato y en base a una sentencia judicial no le correspondían. Para resolver el conflicto se acordó prorrogar hasta el 2022 la concesión a Globalvía. Esta prórroga se ejecutó en los tiempos que presidía el Consell de Mallorca la actual presidenta del Govern, Francina Armengol, y no durante la pasada legislatura gobernada por el PP, como ayer publicamos por error.

En lo que sí participó el PP fue en ejecutar el paje en la sombra que se encontró acordado cuando entró a gobernar en 2011 y que se pactó con la concesionaria a cambio de que realizasen unas obras de mejora y de seguridad. Mauricio Rovira, portavoz del PP en el Consell y exconseller de Carreteras, indicó que "nosotros no hubiéramos prorrogado la concesión. Somos más partidarios del peaje a la sombra y pagar en anualidades las obras de seguridad que requiere una instalación como el túnel".