La mesa de su despacho, la caja fuerte, las escaleras y la puerta que durante años abrió cada día. Catalina y Elvira se reencontraron 130 años después de su muerte con el legado de Juan Sureda Villalonga, su bisabuelo y primer director de la sucursal del Banco de España en Balears.
Sureda Villalonga dirigió durante doce años la entidad bancaria en las islas desde el edificio de la calle Sant Bartomeu, todavía hoy sede del Banco de España. Lo hizo entre los años 1874, año en el que se abrió la sucursal en Palma, y 1886, año de su fallecimiento.
Esos doce años fueron los que revivieron sus dos bisnietas, Catalina y Elvira Sureda, en un recorrido por las mismas salas y despachos desde las que él trabajó. “Es un privilegio. Nos ha permitido conocer cosas de nuestro bisabuelo que nosotras desconocíamos”, relata Catalina Sureda a solo unos metros de la mesa del despacho en la que su antepasado sacó adelante la entidad financiera en las islas.
La visita de las dos descendientes de Sureda Villalonga, surgida “de forma casual” según relatan, fue guiada por el actual director del Banco de España en Palma, Pedro de las Heras, que ofreció a Catalina y Elvira detalles desconocidos sobre la actividad y el papel de su abuelo al frente de la entidad.
El abogado y empresario Juan Sureda llegó a la dirección de la entidad bancaria procedente del Banco Balear, donde era administrador. En 1874, el Gobierno de España estableció por decreto ley que el monopolio de la emisión de billetes en todo el territorio nacional quedaba en manos del Banco de España. Al no poder seguir con su actividad, la entidad financiera de las islas se vio absorbida. Sureda se mantuvo al frente de la entidad y de su despacho en la calle Sant Bartomeu.
“Fue una figura importante de la sociedad de la época”, explicó el actual director a las dos bisnietas de su predecesor hace 130 años al frente de la sucursal bancaria.
Sede de Sant Bartomeu
De las Heras también enseñó la arquitectura del edificio del Banco de España, de estilo historicista neogriego y proyectado en 1871 por el arquitecto mallorquín Miquel Rigo e iniciado en 1873 por Eusebio Estada con la colaboración de Bartomeu Ferrà y la supervisión del arquitecto auxiliar del Banco de España en Madrid, Eduardo de Adaró.
“Es muy importante para la entidad tener localizadas y mantener el contacto con las familias de figuras destacadas de nuestra historia”, detacó el actual director sobre el encuentro con las bisnietas de Juan Sureda Villalonga.
