La alarma en torno al panga proviene del modo en que se lleva a cabo su cría. La especie está alimentada con pienso casero de mala calidad, de forma masiva y en el río Mekong, uno de los cauces fluviales más contaminados del mundo. En este río se vierten además los residuos contaminantes de China, Birmania, Laos, Camboya y Vietnam, donde el control de los vertidos es nulo o insuficiente. Denuncian que en su delta hay mercurio, arsénico y metales pesados.