Los vaivenes del centro de primera acogida del Consell, donde se integran los menores tutelados más conflictivos a su red de centros, viene de lejos. Cuando tras numerosas ubicaciones parecía que Can Sec iba a ser la definitiva, la activación de una opción de compra del inmueble por parte de unos ciudadanos suecos dejó al Consell sin posibilidad de seguir en la finca. La compra era la única forma de sortear la prohibición de tener unas instalaciones en una área natural protegida. El Pacte del Consell y el PP se responsabilizan mutuamente de una operación frustrada. La ubicación definitiva sigue esperando.