Ladislao Roig Bustos, fiscal en Mallorca desde 1980 y teniente fiscal de Balears desde 1995, recibirá mañana el cuarto premio Degà Miquel Frontera del Colegio de Abogados de Balears a la ética jurídica. Roig se muestra partidario de que los fiscales instruyan las causas penales, pero con garantías para no ser instrumentalizados por los poderes públicos, y opina que los pactos de conformidad son útiles en casos de poca prueba incriminatoria

-¿Deben los fiscales instruir las causas penales?

-Sí, rotundamente sí, pero con unas garantías que actualmente no tenemos: garantías dentro de la carrera fiscal para evitar instrumentalizaciones de los poderes públicos y que se nos dote de los medios necesarios. Esos requisitos hoy en día no se dan.

-¿Cuál es el balance de una década de lucha contra la corrupción en Balears?

-Es tremendamente positivo en Balears y los resultados saltan a la vista de la sociedad. Cuando yo llegué a Palma era impensable que gente que está en la cárcel lo estuviera o que se les tocase un pelo. La fiscalía anticorrupción ha hecho una labor absolutamente magnífica.

-¿Se abusa de los pactos de conformidad?

-En líneas generales no. Creo que la conformidad lleva aparejada una respuesta jurídica e incluso económica que difícilmente se llevaría sin ese pacto. A mí personalmente las conformidades me suponen más trabajo que un juicio normal: dudas, reuniones, y consultas que no tengo en un juicio normal.

-Pero hay algunos acuerdos que han suscitado polémica por las penas reducidas para determinados delincuentes

-Hay que tener en cuenta muchas variantes, por ejemplo, el tema de la prueba que tienes para llevar ante el tribunal, que puede ser reducida. Prefiero menos pena que una sentencia absolutoria. También hay que tener en cuenta la situación de la víctima. A veces la víctima y su representante legal están de acuerdo con la conformidad y existen casos, como algunos delitos sexuales, donde las víctimas a veces no buscan una condena fuerte sino que se sepa la verdad. Se olvida que las conformidades han sido de acuerdo con la víctima y/0 su representante legal.

-¿Cómo está la fiscalía de Balears en medios humanos y materiales?

-Siempre queremos más medios, como es natural y lógico. Hay un incremento de nuestro trabajo que no se ha correspondido con un aumento de la plantilla de la que disponemos.

-¿Y respecto a la informática?

-Hoy funciona todo (los ordenadores), pero hace quince días se había colgado todo y aquí todo eran exclamaciones y chillidos. Siempre me acuerdo de una frase sobre la Justicia: La sociedad va en canoa y nosotros en piragua. Nos están dando la canoa informática pero no se nos ha dado la formación suficiente para trabajar con este tema informático. Me preocupa que estemos pendientes del "historial médico" en vez del "paciente". Me preocupa que estemos más pendientes del tema informático que del contenido. Se está haciendo (el "papel cero" en la Justicia) deprisa y mal.

-¿Por qué Ladislao Roig no ha seguido su carrera profesional en Madrid, donde habría llegado muy lejos?

-Siempre he estado muy a gusto en Palma por razones personales y profesionales. También creo que para llevar a cabo mejor mi labor profesional es más conveniente una fiscalía no muy grande, que un maremágnum como la fiscalía de Madrid o la de la fiscalía general del Estado y eso a pesar de que soy madrileño.

-¿Qué tiene Ladislao Roig que todos los operadores jurídicos le quieren y le respetan?

-Es una buena pregunta que no sé contestar. Lo único que le puedo decir es que siempre he atendido todas las cuestiones que me han llegado con mi mejor voluntad. No puedo ni debo contestar.

-¿Qué supone para usted el premio Degà Miquel Frontera?

-Es un orgullo enorme por un doble motivo. Por un lado viene de la mano de "mis enemigos" los abogados y por otro por su contenido, al ser un premio a la trayectoria ética. Es un premio a la ética como principio fundamental de funcionamiento profesional. Es para estar muy orgulloso y lo estoy.