Dos sistemas de comunicación telemática de incidencias o desperfectos estarían coexistiendo en estos momentos en el hospital de Son Espases. El oficial, a través del programa informático Óptima del IB-Salut, y el de uso exclusivo de la concesionaria de Son Espases, el denominado Mansis XXI, según las denuncias sindicales recibidas.

El primero de ellos, el oficial, permitiría al IB-Salut hacer un seguimiento detallado de la incidencia y controlar que se soluciona en el tiempo y la forma establecidos en el pliego de condiciones de la concesión. El segundo, de uso exclusivo de la empresa concesionaria, se sustraería a ese control y a las penalizaciones que cada año impone el IB-Salut a la concesionaria de Son Espases, responsable última de las tareas de mantenimiento de la infraestructura hospitalaria.

Así, por ejemplo, un médico que quiera comunicar una deficiencia para que sea subsanada por la concesionaria -un mal funcionamiento de un teléfono, un cambio de un cristal o una bombilla, etc- tiene que acceder al programa Óptima y, como si se tratara de la adquisición de un billete de avión por internet, ir rellenando los diferentes campos que le exige el programa, entre ellos su código sanitario.Dos teléfonos

Esta simple acción permite al Servei de Salut hacer un seguimiento de la resolución de la incidencia y, si no cumple los criterios preestablecidos de calidad y tiempo de resolución, penalizar a la concesionaria por ello. Otra opción es realizar el parte de la incidencia por vía telefónica. Aunque en esta vía alternativa también cohabitarían dos números de teléfono.

Realizando una simple llamada a la centralita de Son Espases -871 20 50 00- te informan de que hay dos números de teléfono para comunicar las incidencias: el del Servei de Salut, el 871 20 50 70 o, en su versión reducida de uso interno, el 606, y el de la concesionaria, el 871 90 99 89, 79989 en su extensión corta si llamas desde el hospital.

Y según las fuentes consultadas, todas las llamadas realizadas a este último se gestionan mediante el programa Mansis XXI de uso exclusivo de la concesionaria y hurtando por tanto al IB-Salut el control del arreglo del desperfecto y la posible penalización en caso de que no se haga según las condiciones establecidas.

Las peticiones de arreglos realizadas de forma irregular no llevarían el código sanitario que identifica a la persona peticionaria y, según el testimonio de un trabajador de Son Espases, el 80% de las en torno a 45.000 órdenes de trabajo que se generan cada año en Son Espases para subsanar deficiencias se estarían realizando de esta manera, sustrayéndose al control del Servei de Salut.

Desde este último organismo se recalcó que ningún trabajador suyo tiene posibilidad de acceder al programa Mansis XXI, sistema que aseguraron es de uso y gestión interna de la concesionaria de Son Espases. Pero en el IB-Salut también se desconocía, y así lo reconoció su secretario general, Manuel Palomino, que existiera un número de teléfono para comunicar las incidencias directamente a los responsables de las tareas de mantenimiento del hospital de referencia.