El mallorquín Juan Fernández Bustos, preso en una cárcel de Cabo Verde desde noviembre de 2014, ha iniciado hoy una huelga de hambre indefinida por la situación en la que se encuentra y en protesta “por las ilegalidades en el proceso judicial” que se siguió contra él. También lamenta la situación de “desamparo” que sufre por parte de la embajada española.

Fernández Bustos, nacido en Mallorca en el año 1974, está ingresado en la prisión de Ribeirinha, en la isla de San Vicente, en Cabo Verde. Fue condenado, junto a Carlos Alemán Ortega, natural de Las Palmas, que ha iniciado también una huelga de hambre, por un crimen de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y asociación criminal a la pena de 15 años de prisión. También fue despojado de todos sus bienes.

“La situación en la que nos encontramos es dramática por haber sido víctimas de un juicio ilegal, de errores judiciales absurdos, con violaciones intolerables en un Estado de derecho, de nuestros derechos de defensa y de la garantía de un proceso justo y equitativo”, narra en una carta remitida a Diario de Mallorca. “Durante estos dos años, nos hemos sentido desamparados por la Embajada de España, a quien nos hemos dirigido en repetidas ocasiones sin recibir ninguna ayuda”, denuncia.

“Nos detuvieron en Mindelo cerca de la 1.20 horas del día 6 de noviembre de 2014, una hora y media después de haber atracado la embarcación Epinicio en la marina de la ciudad”, narra el mallorquín. “Como somos españoles y habíamos llegado en barco, la policía nos relacionó con una operación antidroga que se había producido momentos antes en Salamansa, en la que otro ciudadano español había sido detenido. Y fue de esta manera que nos acusaron de haber realizado el transporte de 521 kilos desde Brasil hasta la playa de Salamansa, en el norte de la isla. Y sin la mínima prueba -más allá de estar en el sitio equivocado en la hora equivocada- nos condenaron a 15 años de prisión”, lamenta el mallorquín.

“Y por causa de este error absurdo, incomprensible e inaceptable nuestras vidas fueron destruidas. Cuando nuestros abogados pidieron a la Marina de Mindelo las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia, que podían probar la hora de llegada de nuestra embarcación - y nuestra inocencia, ¡nos informaron de que los discos con las grabaciones de aquella madrugada habían desaparecido!”.

Los dos españoles fueron condenados por el crimen de blanqueo de capitales a pesar que Carlos Alemán Ortega no tiene patrimonio y que los bienes de Juan Fernández Bustos fueron adquiridos más de diez años antes de la fecha del proceso. El mallorquín Juan Bustos presentó decenas de documentos y testigos susceptibles de demostrar la legalidad de sus ingresos en los últimos años y el Tribunal simplemente omite toda esa información en la sentencia, denuncian los presos.

Según la versión de los presos, las empresas Bustos Company SA, de la que Juan Bustos es socio, y Bustoland Lda, vendida por el mismo hace varios años, fueron juzgadas y condenadas en este proceso de forma arbitraria, sin nunca haber sido notificadas de nada y sin nunca haber sido representadas por un abogado.

Esta información, en forma de carta narrada en primera persona y firmada por Juan Fernández Bustos y Carlos Alemán Ortega ha sido remitida a Diario de Mallorca por sus familias.