Los agricultores temen que la plaga de xylella detectada en Mallorca esté detrás de la muerte de 12.000 hectáreas de almendros en la isla. La mitad de las muestras tomadas por Medio Ambiente en estos árboles ha dado positivo de tener la bacteria y han convertido a esta especie en el principal foco de la plaga. Este resultado llega tras una década en la que los productores de almendras han visto cómo se perdían cultivos a un ritmo de 1.000 hectáreas al año y en la que la única respuesta dada por el Govern fue que la causa era un hongo sin ninguna cura. Que los almendros hayan sido, por ahora, la principal víctima de la xylella fastidiosa y la coincidencia entre los síntomas de la bacteria y los de los árboles perdidos en los últimos diez años enciende ahora todas las alarmas.

Los agricultores expresaron ya sus sospechas antes de que el Govern sacara a la luz la detección de xylella en 37 almendros. En los actos informativos dirigidos al sector en los que la Conselleria de Vicenç Vidal negó la existencia de nuevos casos de esta bacteria, la relación de esta nueva plaga con la pérdida de miles de hectáreas de almendros en los últimos años fue una cuestión que plantearon los productores. Sin conocer todavía el impacto de la xylella en los almendros, el principal indicio para la sospecha era la coincidencia entre los síntomas de esta bacteria y los presentados por miles de estos árboles muertos.

Según ha venido informando Medio Ambiente, el primer síntoma de la xylella es la coloración amarillenta de las hojas de los árboles afectados a causa de la sequedad producida por el taponamiento de los vasos conductores. Exactamente el mismo síntoma se ha estado detectando en los últimos años en miles de almendros como paso previo a su completo secado y posterior muerte, y se vinculaba a la presencia del llamado fusicoccum o fong de la fusta.

De hecho, según técnicos, en la mayoría de las muestras los almendros tienen un denominador común: además de la bacteria, también tienen el citado hongo.

Efectos en la zona del Llevant

El biólogo, profesor de zoología en la UIB y experto en plagas agrícolas y ornamentales, Miguel Ángel Miranda, admite que "la sintomatología del hongo es bastante similar con la xylella" y que "no se puede descartar", la relación entre la bacteria y la pérdida de miles de almendros en Malllorca.

"Ahora dudamos de que lo que les pasa a los almendros no fuera xylella", se muestra preocupado Joan Ribas, productor de almendros en Santa María y Bunyola. "Durante años la Conselleria no ha salido de que se trataba del fong de la fusta. Está por ver si es xylella pero desde luego se le parece", explica el agricultor. "Hombre, lo de la hoja amarilla lo hemos visto en los almendros y que algo les pasa a los almendros está claro", comenta Sebastià Grimalt, payés en Manacor.

Precisamente, otro indicio de la relación entre la pérdida de almendrales y la xylella es que la zona del Llevant ha sido la más afectada tanto por la bacteria como por la devastación de almendros. Medio Ambiente informó de que la mayor parte de los positivos por la plaga se han localizado en los municipios de Manacor, Son Servera y Sant Llorenç, después de que los primeros casos encontrados en Balears y en España fueran ya en dos cerezos de un centro de jardinería de Porto Cristo. El sector coincide en señalar, del mismo modo, el inicio de la muerte de almendros vinculada al fong de la fusta en Son Carrió, en la misma zona.

Las organizaciones agrarias no se atreven a establecer una relación directa entre la xylella y la desaparición de miles de hectáreas de almendros, pero sí piensan que puede haber una vinculación. "Una vez el árbol está débil es difícil saber si fue antes el hongo o la xylella", explica el gerente de ASAJA, Joan Simonet: "Ya se sabe, a perro flaco, todo son pulgas". "Tal vez el estado de los almendros por el hongo haya favorecido la aparición de la xylella, pero veo temerario atribuir la bacteria a la mortalidad de árboles", explica el presidente de Unió de Pagesos, Biel Torrens.

"Hoy, la relación entre xylella y la muerte de almendros no se puede afirmar, pero tampoco descartar", señala Miguel Ángel Miranda.