La sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha confirmado el despido de un camarero de la noche ibicenca que se fue de fiestas y copas y a la piscina estando de baja médica. Los hechos se remontan a agosto del 2015 cuando el empleado protagonizó un incidente en una reunión del personal y se marchó todo alterado diciendo que ese día ya no iba a trabajar. Al cabo de un rato presentó una baja por faringitis, dolencia que, según el despedido, se agravó después a una bronquitis con dolores en la espalda.

La baja se prolongó varias semanas y la empresa empezó a sospechar del camarero cuando éste fue visto en numerosos lugares de ocio y diversión.

Así la sentencia declara probado que el despedido acudió a un concierto de Pablo Alborán, a una piscina, a un local de fiestas, una discoteca y un restaurante.

En la carta de despido se hizo constar que el supuesto enfermo aparentaba estar en un estado normal en todos esos lugares de diversión y se movía acompañado de amigos.

La empresa justificó el despido alegando que el empleado o bien fingía la enfermedad o bien entorpecía su proceso de curación.