Balears tiene bien encauzada la senda del crecimiento del empleo y ahora la gran asignatura pendiente es la calidad de los puestos que se generan, según advirtió ayer el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, tras desvelar que la última Encuesta de Población Activa (EPA) ha puesto en evidencia el notable incremento del fraude laboral que se está registrando en las islas, con dos elementos fundamentales en esta materia: las horas extras ilegales que se realizaron durante el último trimestre del pasado año suponen un 32,5% más que las que se contabilizaron durante el mismo periodo de 2015, y los contratos temporales están creciendo en detrimento de los indefinidos, hasta el punto de que el 29% de los asalariados del archipiélago se encuentran en esa situación, una tasa que el conseller no dudo en considerar excesiva e injustificada. Por ello, defendió la decisión de su departamento de incrementar durante este año los controles que sobre estas materias realiza la Inspección de Trabajo.

La afirmación de que las islas tienen bien encauzada la senda de la recuperación del empleo queda reflejada también en la EPA. Al cierre del cuarto trimestre de 2016, la cifra de parados de las islas se situó, según esta encuesta, en 81.900, lo que supone una caída del 20,3% en relación al mismo periodo de 2015. Si la comparación se hace en relación al tercer trimestre de 2016 (en plena temporada turística), el desempleo aumento en otoño un 20,6%, pero estos crecimientos son habituales debido a la estacionalidad de la economía de las islas.

Eso supone que la tasa de paro balear se situó durante los tres últimos meses del pasado año en un 13,8%, una de las más reducidas del país pese a tratarse ya de la temporada baja turística, a una apreciable distancia del 18,6% de la media española.

Si se hace un balance global de todo 2016, el resultado es que en comparación con 2015 el recorte del desempleo se cifra en un 19,7%, la segunda tasa más elevada de España, solo superada por el 19,9% de Murcia.

En cualquier caso, tanto el conseller como el director general de Empleo, Llorenç Pou, reconocieron que esos 81.900 desocupados siguen suponiendo una cifra demasiado elevada, a lo que hay que sumar que solo un 24,9% de ellos cobra algún tipo de prestación, o que más de un tercio de lleva más de un año sin poder acceder a un puesto de trabajo. Además, la tasa de paro entre los jóvenes isleños roza el 40%.

Igualmente relevante es que hay 25.400 familias del archipiélago con todos sus miembros en paro, aunque un año atrás alcanzaban las 31.900.

Por lo que respecta al empleo, la EPA cifra en 511.600 el número de personas ocupadas en Balears durante el cuarto trimestre del pasado año, con un incremento del 2% en relación al mismo periodo de 2015, una tasa ligeramente inferior a la media nacional, de casi un 2,3% (en relación al trimestre anterior, la cifra de ocupados cae un 10,6%, de nuevo debido a la estacionalidad). Un dato a destacar es que esas 511.600 personas con un puesto de trabajo suponen la cifra más alta de la historia de las islas en esa época del año, lo que implica que Balears ha recuperado ya todo el empleo que se destruyó a lo largo de la crisis, y es la única comunidad autónoma que lo ha conseguido.

Si se analiza la media de todo 2016 respecto al conjunto de 2015, el número de ocupados del archipiélago ha aumentado un 4,1%, una tasa muy alta todavía, aunque ya se advierte que ésta se irá moderando a lo largo de los próximos trimestres.Las sombras de la calidad

Estos datos explican la apreciación de Iago Negueruela de que la reactivación del mercado laboral está bien encaminada en las islas por lo que a cifras de empleo se refiere. Pero no oculta que la asignatura pendiente está ahora en la calidad. Empezando por los salarios, cuya subida es en opinión del conseller una exigencia que se debe de plantear a las empresas, dado que éstos siguen siendo un 5% inferiores a los que se daban antes de la crisis.

Pero un factor sobre el que el conseller hizo especial hincapié es el relacionado con el fraude. Aquí hay un dato positivo: los contratos a jornada completa muestran un apreciable incremento, mientras descienden los de tiempo parcial.

Sin embargo, hay un elemento muy negativo: la contratación temporal se refuerza en detrimento de la indefinida, hasta el punto de que la tasa de temporalidad entre los asalariados alcanza ya a un 29% de este colectivo, un porcentaje que en opinión del conseller resulta claramente excesivo y además no está justificado, por cuando la inmensa mayoría de los empleos de las islas durante la temporada baja son estructurales y, consecuentemente, deberían de estar sujetos a contratación indefinida. Según los representantes de la Conselleria, una tasa tan elevada supone que el incumplimiento de la normativa no está siendo protagonizado por unas pocas empresas, sino que el problema afecta ya a un abanico muy amplio, y lamentó que la legislación laboral sea la menos respetada de todas las que existen en España.

Pero un dato de especial importancia es el relacionado a las horas extras ilegales: durante el cuarto trimestre de 2016 se realizaron 222.424 horas extras por encima de lo permitido por la ley, con un incremento del 32,5% en relación a las reflejadas por la EPA un año atrás. Este problema tiene una especial repercusión si de tiene en cuenta que de no existir se hubieran podido crear 5.560 empleos adicionales a jornada completa.

El conseller consideró que estos datos justifican sobradamente la campaña de inspecciones que se ha diseñado para este año.