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Opinión

Un conseller contra los elementos

El conseller Vicenç Vidal no ha sufrido las siete plagas de Egipto en sus carnes, pero poco le ha faltado. La peor sequía de la última década vació los acuíferos de Mallorca, dejó las reservas de agua de los embalses al mínimo, exigió al Govern una inversión...

El conseller Vicenç Vidal no ha sufrido las siete plagas de Egipto en sus carnes, pero poco le ha faltado. La peor sequía de la última década vació los acuíferos de Mallorca, dejó las reservas de agua de los embalses al mínimo, exigió al Govern una inversión enorme y de urgencia para reparar todas las líneas rotas de las desaladoras que ni se utilizaban ni se mantenían en estado óptimo y obligó al titular de Medio Ambiente a poner en marcha a toda prisa una batería de ayudas a los agricultores para que la presidenta Armengol no sufriera en las puertas del Consolat la primera tractorada de la legislatura. Hubiera podido salir reforzado de la crisis, que además incluyó el incendio de sa Canova de Artà, si hubiera actuado con decisión. Pero no lo hizo.

Cuando entre diciembre y enero la sequía empezaba a remontar, cayó el diluvio universal sobre Mallorca y pilló a Vidal sin los deberes hechos, es decir, sin los torrentes limpios, tarea que hay que completar a finales de agosto. La isla sufrió inundaciones e incidencias por doquier. Y Vidal volvió a dudar, a dar la culpa de los desastres que las lluvias provocaron a las grandes infraestructuras viarias de legislaturas pasadas, a la herencia recibida, como hacen los políticos menores. De nuevo, cosechas perdidas. Y de nuevo el mismo conseller errático , que necesita que Armengol tome su mano y le salve la cara, y que Més, su partido, inicie una campaña en redes para promocionar su lado bueno.

En su currículo de legislatura, el anuncio de la ampliación del Parque Nacional de Cabrera que ni siquiera depende de él; la declaración del parque natural de Es Trenc al margen de lo vecinos de Campos y sin explicar qué supondrá para el ciudadano proteger una de las playas más visitadas de Mallorca; el nulo peso del medio ambiente en los proyectos de inversión de la ecotasa, con la consiguiente frustración de la izquierda,y ahora el oscurantismo en torno a una plaga que puede obligar a arrancar miles de árboles en Mallorca. ¿Hay alguien más en el departamento de Medio Ambiente?

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