La conselleria de Medio y Ambiente y Agricultura reveló ayer que ya han sido arrancados y quemados 1.921 árboles, la casi totalidad en Mallorca, pertenecientes a especies vulnerables a la xylella fastidiosa y que estaban ubicados en las zonas de control de las 71 muestras positivas. El conseller Vicenç Vidal confía en que Bruselas les permita solo eliminar y quemar los ejemplares infectados y no tener que aplicar el protocolo de la Unión Europea que ordena talar e incinerar todos los árboles en un radio de 100 metros de un caso positivo de la bacteria.

El Govern pretende cambiar el protocolo de erradicación que auspicia la Unión Europea por el de contención, lo que implica eliminar las plantas infectadas y no todos los posibles huéspedes, que son más de trescientas especies de plantas leñosas. Desde Agricultura tienen el beneplácito del Ministerio de Agricultura para este cambio de protocolo y lo defenderán ante Bruselas. La ventaja de Mallorca es que es una isla, apuntan desde el Govern. La condición insular permite aislar a la bacteria con la prohibición de exportar plantas durante varios años y se pondrán controles en puertos y aeropuertos.

Entre las especies eliminadas destacan 396 ejemplares de naranjos y limoneros; 104 rosales; 102 plantas de tomillo; 264 olivos, 75 olivos y cerezos, 20 encinas y 19 palmeras. El resto, en su mayoría, son arbustos ornamentales que se siembran en jardines o en medianeras de carreteras, como es el caso de las acacias.

El jefe de servicio de Agricultura, Andreu Juan, relató que el primer positivo detectado en un vivero de Manacor era de una planta procedente de Tarragona. Tras delimitar la zona infectada, se procedió a eliminar inmediatamente plantas hospedantes de la bacteria (adelfa y cerezo), y vegetales infectados o con signos de posible infección. Además, por principio de precaución se eliminaron los 1.921 unidades vegetales de la zona infectada, la mayoría cítricos y olivos. Desde Agricultura reconocieron que la aplicación del protocolo de Bruselas, que obliga a eliminar a todos los árboles en un radio de 100 metros a la bacteria, significaría literalmente arrasar al arbolado mallorquín. En estos momentos están pendientes de confirmar por el laboratorio 11 nuevas muestras.