Más de una semana de fuerte temporal, primero de nieve y después de lluvia y viento, está teniendo consecuencias devastadoras para el sector agrario en gran parte de Mallorca. Miles de hectáreas anegadas en el Pla de Mallorca y sa Pobla han provocado cuantiosos daños al sector agrario, que tendrá difícil recuperarse este año. Gran parte de las cosechas de cereales y de patatas se han perdido. A todo ello hay que añadir los daños en las infraestructuras, como es el caso de varias playas de la comarca del Llevant, que han sido devoradas por el viento y las olas.

En el día de ayer la lluvia amainó pero no cesó. Los agricultores se temen lo peor, especialmente la pérdidas de las cosechas de cereales en los municipios del Pla de Mallorca, el granero de la isla, que llevan varios días anegados y con muchas posibilidades de que el agua acabe con las raíces de las plantas y la cosecha de avena, cebada y trigo quede destruida.

Ayer por la mañana, el conseller de Medio Ambiente y Agricultura, Vicenç Vidal, recorrió los campos agrícolas más afectados del Pla de Mallorca y manifestó que aunque las infraestructuras estuvieran en "las mejores condiciones posibles no hubieran sido capaces de absorber la gran cantidad de agua caída durante los últimos días".

Evaluación

Los técnicos del Govern empezarán mañana a evaluar el devastador panorama agrario que deja el temporal. Uno de los principales problemas que han apuntado los expertos es que la lluvia ha caído en un momento en que la tierra no había terminado de filtrar el agua del pasado mes de diciembre y ello ha provocado la inundación de los campos de cultivo del Pla y de sa Pobla.

Vidal, que estuvo acompañado de su director general de Agricultura, Mateu Ginard, especificó que este año se ha doblado la inversión en la limpieza de torrentes. De todas formas, añadió que estudiarán el presupuesto de su departamento para acometer más actuaciones para despejar los cauces de los torrentes y evitar las riadas de los últimos meses.

Tanto Vidal como Ginard destacaron que donde se han producido más daños ha sido en las zonas donde "hay infraestructuras que no tienen en cuenta el curso del agua, que reclama su territorio", Este es el caso de torrentes cortados por infraestructuras como carreteras o edificaciones.

Vidal lamentó que las ayudas del Estado prometidas durante el último temporal de diciembre no han sido "tan ágiles de tramitar ni de cobrar como hubiera sido deseable". En este sentido, la conselleria de Agricultura se comprometió a acelerar al máximo la tramitación de ayudas para afrontar los daños a la agricultura. Pidió colaboración a los ayuntamientos. Pese a las buenas palabras de Vidal, los payeses de sa Pobla no esconden su indignación tras ver que parte de sus cosechas volvieron a quedar inundadas por el desbordamiento del Torrente de Muro, que tiene fincas (marjals) de sa Pobla colindantes.

Lo que más les molesta, expresaron, es que ellos mismos se han ofrecido en diversas ocasiones a limpiarlo "pero no nos autorizan porque nos informan que hay vegetación protegida y aún nos podrían multar y a nuestras cosechas, ¿quién las protege?", expresa uno de ellos. "Es de sentido común, ¿un torrente es para que el agua circule libremente, o no?, afirman. La impotencia de ver que ellos mismos podrían haber evitado un mal mayor asumiendo con su maquinaria las tareas de limpieza y ver in-situ que ni se lo han permitido hacer ni tampoco se han realizado, es lo que más les molesta. Cabe recordar que hace un mes que los payeses afectados ya acudieron a este diario para informar de cómo se encontraban sus fincas por las lluvias.

El presidente de la cooperativa payesa de Inca, Bartomeu Martorell, denunció que el mal estado de las acequias del paraje rural del Rasquell ha causado graves daños a la agricultura del lugar. Martorell manifiesta que él particularmente tiene pérdidas de 3.000 euros en una sola de sus fincas.

Por su parte, el alcalde de Palma, José Hila, acompañado de la edil de Medio Ambiente, Neus Truyol, visitó los campos de Sant Jordi y Casa Blanca, también anegados. Hila se comprometió a buscar soluciones a las constantes inundaciones de la zona.

Carreteras y playas

Por otra parte, más de 100 kilómetros de carreteras en Mallorca continuaban cortadas ayer por la noche a causa de las inundaciones y desprendimientos provocados por el temporal de lluvia. Los cortes afectaban a 15 vías, principalmente del Pla de Mallorca y la Serra de Tramuntana, según indicaron desde el Consell.

Asimismo, unas 10 localidades de la Serra, Pla, la zona norte y algunos núcleos de Calvià llevaban varios días sin suministro eléctrico y con cortes del abastecimiento de agua. El motivo fue la caída de unas 15 líneas eléctricas.

Las playas y el litoral, especialmente de la comarca del Llevant, sufrieron las consecuencias del temporal. Un ejemplo fue el arenal de la Cala Nau (Cala Millor) que quedó prácticamente arrasado y dejó al descubierto las rocas de debajo de la arena.