Es un tema sobre el que ha habido discusiones y reproches entre los grupos parlamentarios, pero una comparativa de los presupuestos de los últimos años prueba con cifras que en un año el Govern del Pacte ha invertido en infraestructuras educativas más que el PP durante los cuatro de la legislatura pasada.

Las cifras se pueden consultar y comparar en la web de presupuestos de la CAIB, fijándose y comparando los números de "inversión real" del Institut Balear d'Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (IBISEC). Además de lo presupuestado, se puede consultar lo que finalmente se ejecutó (que siempre es más de lo previsto debido a necesidades sobrevenidas de intervención).

Atendiendo a lo ejecutado, en 2016, el IBISEC invirtió en infraestructuras educativas 10,8 millones de euros. Entre julio de 2011 y junio de 2015, durante el Govern de José Ramón Bauzá, se dedicaron 9,6 millones a intervenciones en colegios e institutos públicos (en octubre de 2014 el equipo que por aquel entonces se encargaba de Educación aseguró que entre julio de 2011 y julio de 2014 dedicó 25 millones a mejoras, lo que no encaja con las cifras de ejecución que figuran en la web de presupuestos).

Estas cantidades no incluyen el dinero que se va pagando a los ayuntamientos con los que se hacen convenios para pagar la construcción de nuevos centros.

En la legislatura pasada, durante los años de crisis y ajustes presupuestarios más duros, el Govern del PP presupuestó casi siete millones de euros (6,977 millones) entre 2012 y 2015. En 2012, el presupuesto fue de 214.237 euros; tanto en 2013 como en 2014 el Ejecutivo del PP no consideró necesario dedicar ni un solo euro a obras y reformas y por eso no presupuestó nada (aunque luego sí tuvo que gastar dinero en atender necesidades urgentes). Para 2015 se presupuestaron 6,76 millones. Este dinero provenía de un crédito finalista de 27,7 millones de euros concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BIE).

Así lo explicó en julio de 2014 la entonces consellera Joana Maria Camps al presentar un plan de infraestructuras educativas que serviría para retirar amianto; suprimir barreras arquitectónicas; y reformar, construir y ampliar otros para quitar aulas prefabricadas.

Algunos proyectos sí se iniciaron, pero varias de de las actuaciones anunciadas no se llegaron ni a poner en marcha, como la anhelada reforma del patio en el CEIP Miquel Costa i Llobera de Palma, que las familias siguen reivindicando, o el inicio de la construcción del IES Maioris, por ejemplo. Tampoco se cumplió la promesa de retirar el amianto de los 38 colegios que aún lo tenían antes de que acabase 2015 (de hecho, al inicio de esta legislatura aún había amianto en 26 centros).

Preguntado por este tema y sobre a qué se destinaron los millones de aquella línea de crédito concedida en 2014, fuentes del actual equipo de Educación indican que parte sí se utilizó en 2015 y que cinco millones aún están pendientes de llegar, pero que el resto (alrededor de 13 millones) no se dedicó a obras y se ignora en qué se gastó.

La línea de crédito concedida por el BIE es finalista y debe justificarse, obra a obra y plazo a plazo. Se acordó que las obras se acabarían este año, pero finalmente habrá prórroga hasta abril de 2018.