La presión hotelera contra el alquiler turístico aumenta. Y empieza a dar frutos: la secretaria de Estado de Turismo del Gobierno Rajoy, Matilde Asián, aseguró ayer que trabaja con la idea de impulsar una normativa estatal para poner orden en el arrendamiento descontrolado a viajeros y acabar con las diferencias de criterio en cada autonomía. Asián confesaba sus planes tras escuchar durante media hora los argumentos de algunos de los empresarios hoteleros más poderosos de Balears, que se reunieron con la responsable turística de Rajoy durante la cumbre de ministros de Turismo que se celebraba ayer como antesala de la feria Fitur, que hoy comienza.

Aunque las presiones no comenzaron ayer. Hace unas semanas leían en este diario que las voces más poderosas de la hotelería mallorquina empezaban a hacerse oír ante el nuevo ministro de Turismo, Álvaro Nadal, para poner el acento en dos amenazas para sus intereses que están decididos a combatir sin cuartel: que el Gobierno escuche las exigencias que llegan desde Bruselas para que España suba su IVA turístico y que el Ejecutivo de Rajoy siga mirando para otro lado mientras se encona el conflicto más peliagudo del sector en todo el mundo, el alquiler turístico.

Ambas preocupaciones habían llegado ya al ministro Nadal, que las escuchó de algunos de los grandes empresarios baleares del turismo. Los hoteleros habían canalizado además sus presiones a través de Inma Benito: la presidenta del principal lobby del sector, la Federación Hotelera de Mallorca, le explicó hace tres semanas a la nueva secretaria de Estado de Turismo que urge frenar el avance de AirBNB y el alquiler turístico en espacios residenciales. Ayer Matilde Asián revivió todas esas presiones, solo que juntas: se las trasladaron, en un encuentro que retrasó el final de la cumbre de ministros, hoteleros y empresarios turísticos como Miguel Fluxá, Carmen Riu, Abel Matutes, Javier Hidalgo, e Isabel y Encarna Piñero.

Al salir del encuentro, Matilde Asián dejó claro que había captado el mensaje: "Vamos a trabajar en una normativa estatal para homogeneizar el control del alquiler turístico", avanzaba la secretaria de Estado, que en privado ya les había explicado a los hoteleros su convencimiento de que el fenómeno AirBNB debe salir de la economía sumergida y someterse a controles que eviten la baja calidad de la oferta, la masificación de los destinos y la destrucción de empleo hotelero, como consecuencia de lo que los empresarios definen como "competencia desleal".

"Fuimos clave contra la crisis"

Uno de los más contundentes en la argumentación era Abel Matutes, que le repetía a la secretaria de Estado lo que ya le había dicho en dos encuentros previos: "Ella sabe que sin el turismo no se habría superado la crisis. Durante los peores años para nuestra economía, el turismo duplicó sus aportaciones fiscales al Estado para dominar el déficit, y fuimos el único sector que frenó el paro. Con ese papel está claro que somos clave, y hay amenazas para nosotros que lo son para toda la economía y no pueden dejarse de lado, como la proliferación de ecotasas o subidas de IVA como las que piden desde fuera, que serían una barbaridad y pondrían en peligro todo lo avanzado contra la crisis. O como el descontrol con el alquiler. Estas reuniones sirven para trasladar inquietudes y nos hemos quedado satisfechos: ella [Matilde Asián] nos ha dicho que está con el sector, que está totalmente en contra de la actividad descontrolada. Es preciso que el alquiler turístico pague impuestos, asegure a sus trabajadores y compita legalmente", resumía Abel Matutes, exministro del PP y hotelero de referencia en Eivissa, desde donde pilota la expansión mundial de su grupo Palladium.

Matutes añadía que ante retos como los que plantea la generalización del modelo AirBNB, el sector trabaja unido. Lo recalcaba también Miguel Fluxá, premiado ayer por la cumbre de ministro de Turismo por su exitosa carrera empresarial. "Las empresas hoteleras españolas ya no competimos localmente, sino globalmente, y por eso vamos juntas a reclamar en las cuestiones clave del sector", recalcaba el presidente de Iberostar, otro de los asistentes a la reunión en la que los empresarios le leyeron la cartilla a la secretaria de Estado. Y con éxito: el Gobierno Rajoy parece dispuesto a dejar de hacer la vista gorda con el alquiler turístico.