Investigación

La UIB se va a la Antártida a estudiar las 'plantas sherpa'

Investigadores parten hoy al continente blanco a estudiar cómo sobreviven allí las dos únicas especies de plantas existentes

Jaume Flexas (y su hija), Xavier Gulías y Xurxo Gago.

Jaume Flexas (y su hija), Xavier Gulías y Xurxo Gago. / j.f.

Mar Ferragut Palma

Ellos las llaman las "plantas sherpa", pero también se las podría llamar "las supervivientes". En la Antártida no crece mucho del suelo más allá de líquenes y musgos, pero hay dos excepciones. Dos especies de plantas sin miedo a nada crecen en las islas del continente blanco: la Colobanthus chitensis y la Deschampsia antárctica. ¿Cómo lo hacen? ¿Podría aplicarse los mecanismos que utilizan a los cultivos, preparando así las cosechas para los ambientes más extremos que el cambio climático nos trae? A la Antártida se va una representación de la Universitat para averiguarlo. Si hay que ir, se va.

Los doctores Javier Gulías y Jaume Flexas, del grupo de investigación de Biología de las Plantas en Condiciones Mediterráneas, inician hoy su expedición, que recorrerá más de 2.000 kilómetros por tierra a través de la Patagonia y pasará por Tierra del Fuego (dónde también estudiarán la fisiología de las plantas). Allí se les unirá su colega María José Clemente, antes de dar el salto el próximo día 19 a la base antártica Juan Carlos I en la isla de Livingston donde se quedarán hasta el día 4 de febrero. Todo, claro, si las condiciones meteorológicas lo permite.

Al mismo tiempo, otros dos investigadores del mismo grupo de la UIB, Xurxo Gago y Marc Carriquí se desplazarán a la isla vecina Rey Jorge. Ambos equipos investigarán las plantas en las dos islas antárticas de manera simultánea, cogiendo referencias de cuatro microclimas diferentes.

¿Por qué las llaman "plantas sherpa"? Los investigadores lo explican con símiles asequibles. A diferencia de los animales, las plantas no pueden escapar cuando las condiciones ambientales se vuelven adversas (por sequía, olas de calor, plagas...). No tienen escapatoria a lo que los biólogos llaman "estreses ambientales" (unos estreses cada vez más frecuentes debido al cambio climático), lo que complica la productividad de los cultivos. Y ése es uno de los retos de la biología actual: "Mejorar la producción de las plantas en condiciones cada vez más adversas".

Usualmente se asumía que las variedades más productivas resisten peor el estrés y viceversa, lo que sería "como dar por hecho que los ciclistas más veloces no suelen ser los más resistentes en montaña, o que los alpinistas más ágiles no son los mejores velocistas". Sin embargo, hay excepciones a estas reglas: como Indurain, que era el rey de la montaña y despuntaba también en contrarreloj.

De manera comparable, antes de la llegada de los europeos al Himalaya los "sherpas" no solo resistían bien esas altitudes sino que se movían con velocidad. "Nuestro planteamiento es que en el reino vegetal debe haber también plantas "sherpa", adaptadas a ambientes especialmente estresantes, y capaces de desarrollar una productividad al menos "razonable", apunta: "El estudio fisiológico de estas plantas daría información muy valiosa para la futura mejora de cultivos adaptados a los cambios que experimenta el planeta".

El continente antártico representa un ambiente ideal para identificar plantas "sherpa"ya que a un largo período invernal sin luz le sigue un verano corto con escasa agua disponible y temperaturas moderadamente frías.

¿Cómo se han preparado los investigadores para la expedición a este territorio inhóspito? El doctor Flexas admitía hace dos días a este diario que iban de cráneo con los preparativos, pero no tanto por el material y la equipación para las semanas que pasarán en la Antártida -"El Comité Polar Español lo tiene todo muy bien organizado"- sino "con el papeleo y la burocracia" y con la logística para los días de investigación en Patagonia y Tierra de Fuego. Allí colaborarán con un equipo chileno de investigadores y ellos tienen que encargarse de la organización y asegurarse de no olvidar nada de lo que necesitan para su trabajo.

Las temperaturas cuando lleguen a la Antártida no les preocupan especialmente: "Allí es verano y en las islas a las que vamos la temperatura es de cero grados; no son los 50 grados bajo cero que hay en la península cubierta de hielo". Eso sí, saben que los fuertes vientos, secos y de entre 80 y 100 kilómetros por hora, hacen desencender la sensación térmica considerablemente.

Esta investigación forma parte del proyecto Bases mecanísticas para la compensación entre fotosintésis y tolerancia al estrés: completando lagunas de conocimineto para la Biología Evolutiva y la Biotecnología de las Plantas.

Las conclusiones de su estudio servirán para entender y prevenir posibles cambios en la distribución de la vegetación antártica como posible respuesta a futuras alteraciones y cambios climáticos. Si los paisajes serán cada vez más extremos, más vale empezar a estudiar ya cómo sobreviven las "plantas sherpa" y aprender de ellas.

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