Media hora para dar la vuelta a Mallorca con señales de humo de bengalas en favor de los refugiados.

La iniciativa ha sido muy vistosa y seguida por numerosas personas concentradas en todo el litoral de la isla, desde el Castell de Bellver a la Torre del Verger, el Cap Enderrocat, el Cap de Ses Salines, la Talaia d’Albercuix o la Punta de n’Amer.

Con la participación de más de 300 voluntarios y el objetivo de cambiar el sentido de la historia, las antiguas torres y atalayas defensivas de la isla se han convertido hoy en símbolos de bienvenida a los que huyen de los conflictos armados. Y lo han hecho gracias a la iniciativa del IES Marratxí y la Societat Balear de Matemàtiques, que esta tarde a partir de las 18.30 volverá a repetir la experiencia pero con señales de fuego, lo que se espera que todavía de más visibilidad a la experiencia.

En cada torre, en cada atalaya del litoral, se ha leído un manifiesto. En Bellver las autoridades han querido apoyar la iniciativa. Hasta allí se han desplazado la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago; el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, y el alcalde de Palma, José Hila.

Amnistía Internacional se ha sumado a la iniciativa. Y se ha homenajeado a Joan Binimelis, sacerdote, médico, historiador, cartógrafo y astrónomo manacorí en el 400 aniversario de su fallecimiento