Los jóvenes de Balears son los que padecen una situación financiera más problemática debido a la deuda que se ven obligados a asumir para poder emanciparse. En concreto, un 21,4% de los hogares compuestos por menores de 30 años padecen esa situación de sobreendeudamiento, al tener que destinar al pago del inmueble en el que residen, sea hipoteca o alquiler, más del 40% de sus ingresos, una tasa que supera en nueve puntos la media nacional, del 11,9%, según se destaca desde el Consejo de la Juventud de España. La situación entre los hogares isleños formados por personas de 30 a 34 años es muy similar, dado que ese sobreendeudamiento alcanza también a algo más del 21%.

Desde el citado organismo se pone de relieve que las características del mercado inmobiliario de las islas, con un duro encarecimiento del coste que supone acceder a una vivienda sumado a unos salarios inferiores a la media estatal, hace que la situación en la que se encuentran los jóvenes sea difícil de sostener.

Según se recuerda desde el Consejo, el umbral máximo recomendado de endeudamiento tolerable es del 30% de los ingresos para acceder a un inmueble. En Balears, un hogar joven se ve obligado a dedicar el 44,7% de sus ingresos en el caso de una hipoteca, o un 50,7% si se decanta por el alquiler, lo que implica el coste más elevado del país.

Por ello, la afirmación que se hace desde este organismo es tajante: "El mercado inmobiliario balear es uno de los más restrictivos de España", a lo que se añade que "en la actualidad, debido al aumento anual de precios y a la pérdida anual de poder adquisitivo de la población joven, el coste de acceso a la vivienda en propiedad y alquiler para las personas jóvenes asalariadas es el más alto de España".

La ventaja de los isleños para hacer frente a esta situación es que su acceso al mercado laboral es mucho más fácil que en el resto del país, con una apreciable reducción de los niveles de desempleo entre este colectivo. En concreto, Balears muestra la tasa de paro joven más baja del país, mejorando incluso los niveles de Navarra, Cataluña y el País Vasco. Esta situación, según se ha venido destacando cada vez que se hacen públicos los datos del padrón municipal, explica que el archipiélago no haya dejado de aumentar su población durante los años de crisis, al ser un polo de atracción entre las personas de otras autonomías que buscan un empleo.

Es decir, aunque se reconoce que los menores de 30 años han perdido poder adquisitivo durante 2016, en las islas resulta más fácil que en un hogar joven sus dos componentes cuenten con ingresos.

Eso explica también un dato aportado por el Consejo de la Juventud. El 38,2% de las personas jóvenes de las islas se encuentran bajo el umbral de la pobreza, una tasa que es ligeramente inferior a la de la media española, aunque queda por encima de diez autonomías, entre las que se encuentran Aragón, Navarra, País Vasco, Madrid o Cataluña.

Pero si se trata de jóvenes en paro, el 78,3% de los menores de 30 años en esa situación queda por debajo del citado umbral de pobreza, una tasa 20 puntos superior a la media estatal, debido a que los costes a afrontar en el archipiélago son superiores a los que se dan en otras zonas de España, lo que agrava la citada escasez de ingresos derivada del desempleo.