Los críticos de Podemos, reunidos en el grupo El Podem que Volem a partir del denominado Manifiesto de Sineu, exigen en una carta abierta el cese inmediato de las direcciones del partido a nivel autonómico e insular.

Como consecuencia de la nueva dimisión en el partido que ha liquidado el órgano que expulsó a Xelo Huertas, también piden el cese y expulsión de todos los miembros de la Comisión de Garantías del partido en Balears; la convocatoria de la Asamblea Ciudadana presencial de forma inmediata; la convocatoria de elecciones internas y la revisión de todos los expedientes abiertos a Xelo Huertas, Montse Seijas y Daniel Bachiller, "así como de aquellos otros expedientes instados pero nunca tramitados por conveniencia, por su utilización como mero instrumento de descrédito y amedentramiento, pues desconfiamos de su objetividad e independencia a la hora de actuar, a la luz de las grabaciones que han salido a la luz y las versiones de otros casos que conocemos", apuntan en un comunicado.

Según los críticos de la formación morada, el partido ha llegado en las islas a la actual situación de crisis interna "por una concepción patrimonial y mafiosa" de lo que debe ser una dirección política, convirtiéndose de esta manera en "una casta al servicio propio". También critican la "persecución macartista de todas las opiniones y propuestas que no coincidan con los intereses personalistas de la dirección, la cual se ha rodeado de esbirros que ejecutan las más inconfesables fechorías emanadas de la dirección y del propio órgano que tenía que velar por los procesos garantistas y democráticos".

Según los críticos, a la actual situación de descomposición interna se ha llegado también "por concebir los círculos como meras estructuras que justifican sus canalladas, activándolos, desactivándolos o suspendiéndolos a su conveniencia. Y no dotándolos como medios políticos. Han estado en una oscuridad informativa, tanto de la propia organización como del ámbito institucional. Se les ha negado los más elementales medios económicos para su labor dentro de la ciudadanía".

Al descrédito, según este corriente, ha contribuido igualmente la desconexión de la dirección "con la militancia y las reivindicaciones sociales" y "la constante violación de los estatutos".