­La prolongación de la temporada turística, que el pasado año se inició antes y que no ha concluido hasta la llegada de noviembre, no solo ha supuesto una mayor entrada de ingresos de las familias, sino también que muchos trabajadores hayan visto aumentados los meses cotizados hasta llegar al desempleo, lo que ha ido acompañado, por primera vez desde 2012, de un aumento en el porcentaje de parados que logran acceder a una ayuda económica, según destacaron ayer el conseller de Trabajo y el director general de Empleo, Iago Negueruela y Llorenç Pou respectivamente.

Estos niveles de desprotección se han visto reducidos a lo largo de la crisis. En diciembre de 2011 un 59% de los desocupados de las islas cobraban algún tipo de ayuda, ya sea prestaciones, subsidios o renta activa, porcentaje que en ese mismo mes de 2012 bajó hasta el 57,3%, para situarse en un 55,4% al cierre de 2013, un 53,6% en 2014 y un 51,7% en 2015, año en que alcanzó su punto más bajo. Pero el mes pasado ese porcentaje volvió a crecer para colocarse en un 54,2%, todavía lejos de la tasa de 2011 pero con una evidente mejoría en relación al ejercicio anterior.

Por lo que respecta a noviembre (mes en el que se alcanza actualmente la punta más alta del desempleo en las islas), la citada tasa de protección fue del 57,3% en 2011, del 55,3% en 2012, del 55% en 2013, de 53,1% en 2014 y del 50,4% en 2015, pero en 2016 se elevó hasta un 52,1%.

La explicación es bien simple: una temporada turística más larga ha hecho que los trabajadores hayan podido estar ocupados durante más meses, favoreciendo así que sus periodos de cotización se hayan prologando y su acceso a las citadas ayudas.

Pero un aspecto que se pone de relieve desde la conselleria de Trabajo no es solo que haya crecido la tasa de parados protegidos, sino que también ha aumentado la calidad de esa proyección.

En 2014 comenzó a ser superior el número de personas que cobraban un subsidio al de las que accedían a una prestación. La diferencia es importante. Para poder percibir un subsidio es necesario haber trabajado durante tres meses si se tienen cargas familiares o durante seis meses si no es así, pero se trata de ayudas de valor económico más moderado.

Por contra, para acceder a una prestación se necesita haber cotizado durante un año, pero se trata de aportaciones económicas más importantes, relacionadas con el valor del salario que se percibió durante los meses trabajados.

Pues bien, en noviembre del pasado año había en las islas 17.860 parados que tenían derecho a la prestación y 15.899 que cobraban un subsidio, recuperando así la mayoría para los primeros. Además, había 1.845 desempleados que recibían la renta activa de inserción, una ayuda de 426 euros mensuales para parados en situaciones especiales.

Eso supone para muchos hogares entrar en la temporada de menor actividad económica de las islas en una mejor situación que en años anteriores, al acceder a los citados niveles de protección.

Perfil del beneficiario

Sin embargo, en este punto se pueden marcar algunas diferencias. Y una sustancial es que la situación de los hombres es claramente mejor que la de las mujeres. En concreto, si en noviembre un 52% de los parados de Balears podían acceder a alguna de estas ayudas, entre los varones este porcentaje se elevaba al 55%, mientras que entre las mujeres se limitaba a un 49,5%, lo que supone que en el caso de estas últimas la mayoría se encontraban sin ningún tipo de protección.

Por islas, la peor situación se vive en Mallorca, ya que en diciembre el 48% de sus parados no tenían ninguna protección, tasa que baja hasta el 42,5% en Menorca, al 38,4% en Formentera y al 36% en Eivissa.