La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha repasado en su mensaje de año nuevo, el último año político: desde las medidas más destacadas de su gestión, hasta las "sorpresas preocupantes" que se han producido a nivel mundial. Sin embargo, Armengol ha evitado mencionar la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy. La presidenta ha liquidado en una frase y en apenas veinte palabras un año de política nacional, que ha acabado con su partido facilitando el gobierno al PP.

"A nivel estatal, hemos vivido unas nuevas elecciones y se ha configurado un gobierno sin mayoría absoluta", se ha ceñido Armengol a relatar. Cabe recordar que la presidenta balear fue una de las voces más criticas, precisamente, con la postura del PSOE de permitir la formación de gobierno por parte del PP y que, de hecho, los dos diputados del PSIB en el Congreso, mantuvieron su 'no' en contra del mandato del Comité Federal del PSOE de abstenerse. A parte de eso, sobre la formación del gobierno en Madrid, Armengol ha apuntado que "un hecho se ha mantenido invariable: nuestro trabajo como Gobierno".

En este discurso, a diferencia de en sus últimas intervenciones en la copa de Navidad del Govern o en la de su partido, en las que lamentó la crisis institucional por la expulsión de Podemos de la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, la líder del Ejecutivo tampoco ha hecho ninguna mención a este tema. No obstante, sí que, como en las dos citadas ocasiones anteriores, ha pedido disculpas: "Seguro que también nos hemos equivocado. Y por eso quiero aprovechar para pediros disculpas", ha manifestado sin concretar los motivos.

Mensaje a pie de calle

Un hecho destacado de este mensaje de año nuevo ha sido el cambio de escenario. Armengol ha cambiato el Consolat de Mar por la calle. Ha justificado pronunciar el discurso lejos del escenario habitual, para estar "cerca de la gente". "Lo he querido hacer desde la calle porque es donde quiere estar el Govern que tengo el honor de presidir", ha explicado la líder del Ejecutivo.

El año pasado, Més criticó el discurso de fin de año de la presidenta por "no aparecer la palabra cambio" y por "no conectar con los ciudadanos". Por su parte, Podemos reprochó a Armengol la sensación de "lejanía con la gente". La presidenta debió tomar nota de sus socios, ya que un año después no sólo ha pronunciado su mensaje de fin de año desde la calle, sino que ha introducido la palabra "cambio" para plantear este 2017 como "el año de la consolidación del cambio".