La Guardia Civil arrestó, entre el domingo y la madrugada de ayer, a nueve argelinos en Llucmajor que, supuestamente, habían desembarcado en Mallorca horas antes a bordo de una patera. Uno de los presuntos ilegales presentaba signos de hipotermia y fue trasladado al hospital de Son Espases, donde fue dado de alta tras ser atendido.

Según un nota oficial de la delegación de Gobierno, la Guardia Civil interceptó a nueve ciudadanos extranjeros en la costa de Llucmajor que, presuntamente, habían entrado en España de forma ilegal.

Con anterioridad, y a mediodía del pasado domingo, una patrulla de la Guardia Civil localizó una embarcación tipo patera entre Cala Pi y Cap Blanc, en el término municipal de Llucmajor.

A lo largo de la mañana de ayer los 9 extranjeros fueron puestos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía, el encargado de tramitar las órdenes de expulsión de los sin papeles y de custodiarlos hasta su salida de España.

Nada más localizarse la embarcación la Guardia Civil desplegó un dispositivo de reconocimiento en la zona que permitió encontrar poco después a un primer varón extranjero mientras caminaba por la carretera de S'Estanyol. Entre la tarde del domingo y la madrugada de ayer fueron localizados los otros 8 varones (uno de ellos fue trasladado a Son Espases por hipotermia y dado de alta poco después), según el comunicado.

El dispositivo de rastreo se mantuvo operativo unas horas más y en él intervinieron el helicóptero, USECIC, Seprona y Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

Los 8 extranjeros, de origen argelino, serán puestos a disposición de la Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía, que iniciará el expediente de devolución. En un plazo de 72 horas serán trasladados a un Centro de Internamiento de Extranjeros en la Península.

La embarcación localizada tiene unos 6 metros de eslora y contaba con un motor de 30 CV. En 2016 llegaron a las islas tres embarcaciones de similares características; tres en 2015 y dos en 2014

Varias de estas pateras estaban ocupadas por argelinos y procedían del puerto de Dellys, una localidad pesquera del norte de su país que suele ser el punto de salida de las barcas que llegan a Balears.

La Guardia Civil practicó detenciones en tierra de presuntos ilegales y los puso a disposición de la Brigada de Extranjería de cara a su repatriación a Argelia.