-Tras sesenta años en el sector del juguete, ¿Mallorca es más de Reyes o de Papá Noel?
-Sin ningún tipo de duda, Mallorca es de Reyes. Me atrevería a decir que en una proporción de 60-40. Hay mucha gente que adelanta las compras para conseguir el producto que cree que se puede agotar, pero la mayoría de los regalos, seguro, se hace por Reyes. Hace cuarenta años la proporción era mucho mayor, del 90-10, y se ha ido nivelando.
-¿Hay que elegir o se pueden combinar ambos? Usted debe ser partidario de combinar.
-Lo que ahora hace mucha gente es un regalito para Papá Noel, pero el grupo de los regalos los da por Reyes Magos.
-¿Es un lastre para los Reyes que los pequeños no tengan, en el mejor de los casos, más de dos días para estrenar sus juguetes antes de volver a las clases?
-No creo. La gente siempre se queja de eso que no hay tiempo, pero los Reyes están tan instaurados que no afecta para nada.
-¿Sigue funcionando la carta?
-Sí, por supuesto. También es cierto que los padres se involucran en la compra del juguete, porque no se debe hacer la compra sólo por la petición del niño, que a veces puede pedir productos que no son adecuados para él. Pero los padres están pendientes de lo que les piden sus hijos.
-Si un padre le compra a su hijo lo que le pide, ¿ya ha cumplido?
-Mi consejo sería que no se comprara teniendo en cuenta exclusivamente lo que piden los niños. Si nuestro hijo que se acaba de sacar el carné y nos pide un Lamborghini nos parecería una imprudencia. Antes le regalaremos un coche más utilitario. Con los juguetes pasa lo mismo. Si un niño de 8 años pide un helicóptero por control remoto puede ser una chulada, pero seguramente luego no lo sabrá manejar como toca.
-¿Con qué criterios deben los padres elegir los juguetes?
-No hay ningún juguete que sea más efectivo que el adecuado para su edad. Es un disparate estos abuelos que le compran un Scalextric o una moto de batería a su primer nieto o estos padres que compran una Play Station a un niño de siete años. Si te la quieres comprar, cómpratela tú, pero no al niño. No basta con que la criatura lo pida o que un anuncio televisivo lo promocione, debe estar la tutela de los padres.
-¿Cuál está siendo el regalo estrella de este año?
-Depende de las franjas de edad. Entre los más pequeños la Patrulla Canina ha vuelto a batir récords. Se han comprado muchos productos de la Patrulla Canina, que ya se pidieron el año pasado pero no los había. Los Super Wings también han funcionado en esta franja de edad. En las niñas, pese a que sea un clásico, quien está batiendo récords es PinyPon. En niños más mayores, superheroes y StarWars en niños y Nancy y Nenuco en las niñas. También los Reborn siguen vendiéndose muy bien al entrar con preciosa más asequibles.
-PinyPon, Reborns...Parece que los gustos de los niños con los juguetes no cambian tanto respecto a otras generaciones.
-Los juguetes clásicos son juguetes clásicos desde siempre. Lo que ha cambiado son los materiales, la tecnología, su interacción, pero salvo las consolas, el concepto sigue siendo el mismo. Las muñecas siguen siendo muñecas, aunque ahora sea de plástico y antes de cartón, y un camión sigue siendo un camión, aunque ahora sea de plástico y antes de hojalata. Luego están las licencias, pero la Patrulla Canina no dejan de ser un camión manejado por unos personajes que son perros.
-¿La Reina Elsa y Peppa Pig ya han quedado demodés?
-No. Todo lo que son licencias para niños pequeños se mantienen más en el tiempo. Peppa Pig lleva cuatro años y se sigue vendiendo. Frozen salió en 2014 y se sigue vendiendo. La Patrulla Canina empezó el año pasado y durará un par de años. Luego hay licencias para niños de más edad que duran menos, porque tienen más información y siempre sale algo que las va supliendo.
-¿Y los Playmobils?¿Nunca van a pasar de moda?
-Playmobil, como Lego, como Barbie, son marcas que se han convertido en clásicos, que se van regenerando y que siguen adelante. Los Clicks de Playmobil son los mismos que hace cincuenta años pero han ido creando un mundo, y eso es lo que funciona.
-Con los sables láser de Star Wars y la ballesta de Chewbaka, ¿los padres hacen una excepción con eso de no comprar juguetes que sean armas?
-En nuestras tiendas no tenemos juguetes bélicos, sin embargo sí que tenemos los sables de Star Wars o las pistolas de Nerf. Puede parecer una contradicción, pero estos juguetes no representan la guerra, sino que están basados en series o películas. Los padres no compran juguetes que sean armas, pero luego no entienden que un sable de Star Wars lo sea. Es lo mismo que las pistolas de vaqueros en su tiempo.
-Se habla de los juguetes educativos, pero ¿hay demanda?
-Sí. Pero aquí hay que ir con cuidado: todos nos llenamos la boca hablando de juguetes didácticos, pero no hay juguete más didáctico que uno adecuado a la edad. No tiene sentido regalar un puzle de 3.000 piezas a un niño de 6 años. Y otra cosa importante: no se puede pretender compensar la falta de tiempo que le dedica un padre a su hijo con un juguete. No hay juguete más importante que nuestra propia compañía.
-Quiere decir que es más importante que un padre juegue con su hijo antes que agasajarle con muchos regalos.
-Ikea hizo un estudio hace unos años. Pidió a niños que hicieran la carta a Papá Noel y luego otra a sus padres. En la de Papá Noel salieron juguetes de todo tipo; en la de los padres, tiempo para que jugarán con ellos. Luego les pidieron escoger una de las dos cartas. Todos escogieron la carta a los padres. Que los padres jueguen con sus hijos es importantísimo. El día de los Reyes se abren juguetes que, como los padres no están ahí para interactuar con sus hijos, pierden todo su sentido.
-Cada día es más habitual ver a un padre darle su móvil a su hijo para que juegue o niños muy pequeños jugando con tablets.
-La comodidad. Ya ocurrió hace unos años con los vídeos. El niño se despierta a las siete de la mañana y como el padre duerme y le dice que se ponga el vídeo. Ahora para que no me moleste le doy el móvil y no le presto atención.
-En la búsqueda de la igualdad de sexos, el sector del juguete tiene la lupa encima. ¿Hay que acabar con eso de juguetes de niñas y juguetes de niños?
-Son roles. ¿Por qué una niña va más al rosa que no al azul? Porque de pequeña ya la acostumbran. Ahora hay cosas que se están venciendo. Que un niño juegue con una muñeca, que antes parecía un disparate, ahora es normal. De cada vez se están superando más estas cosas. Pero, cuidado, porque luego se hacen juguetes unisex y al final se acaban haciendo una línea especial para niña, en los colores por ejemplo, por la demanda de los padres.
-¿Ve machista regalarle una cocinita a una niña?
-En absoluto. De hecho, con todo el tema de Masterchef hay muchos niños comprando ahora la cocinita. Lo mismo pasa con los cochecitos, que como los niños pequeños ven a sus padres empujarlo luego ellos quieren uno.
-Algo que seguro miran los padres es que sean seguros. ¿Qué deben mirar los padres para estar tranquilos?
-Cada año por estas fechas suele salir la típica noticia de juguetes que se retiran, especialmente en establecimientos de tipo oriental, por no cumplir con la seguridad. A estos productos, solo por su presencia, se les ve enseguida su poca calidad. Si llevan las letras CE significa que cumple la normativa europea y, al menos, sabemos que no será un plástico peligroso o que tenga una composición nociva en las pinturas.
-¿El comercio online ha entrado en el sector del juguete?
-Este año, en la campaña de Navidad, hemos tenido un aumento de la venta online de un 70 por ciento. Lo que vendemos online ya iguala, más o menos, a lo que vendemos en una tienda física.
-Primero la publicidad y ahora compra online. ¿Las jugueterías están perdiendo su función de asesoramiento?
-Desgraciadamente, hace muchos años. Salvo por las personas que nos piden consejo, nos hemos reconvertido en empaquetadores. Cuando una persona pide asesoramiento es cuando el juguetero, que no es la fría línea de una supermercado, da sus recomendaciones. Evidentemente, esto cada vez pasa menos.
-¿Nota la recuperación?
-Sí, llevamos ya dos años de incrementos. Se nota.
-¿Son caros los juguetes?
-No y menos por Navidad. Somos el único sector que en el momento de mayor venta vendemos más barato. Por Navidad bajamos los precios y hacemos las ofertas. Eso es lo que ha cambiado de la juguetería tradicional. Los jugueteros que hemos sobrevivido somos los que nos hemos adaptado y bajamos precios por Navidad. Cuando sacas un catálogo debes competir con tus mejores precios.
-Pero, ¿se han encarecido con el paso de los años?
-Sí, pero hay muchos productos que han ido manteniendo sus precios. Una muñeca vale lo mismo ahora que hace 20 años ,cuando se pagaba en pesetas, y otra,s que son más completas, que son más baratas y que se debe a que se hacen grandes tiradas.
-Lleva toda la vida en el sector. ¿Qué es lo que se ha mantenido?
-La ilusión. Es lo más guapo para un juguetero. La ilusión de padres y abuelos cuando compran el juguete para el niño que lo espera con esa inocencia. Aunque también se han perdido ilusiones, como esta gente que viene a comprar los regalos con los niños.
