El laboratorio que el polémico científico Daniel Bachiller mantenía en el hospital Joan March quedó definitivamente clausurado el pasado viernes, según pudo saber este diario de fuentes fidedignas.

Los equipamientos y el material con el que trabajaba el investigador podemista han sido trasladados a las instalaciones del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) en Esporles, un centro mixto de investigación entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo que emplea a Bachiller, y la Universitat de les Illes Balears (UIB).

Sobre las tres de la tarde del pasado viernes, la directora general de d'Acreditació, Docència i Recerca en Salut, Margalida Frontera, acompañada de David Martínez, gerente de la recién creada Fundación del Instituto de Investigación Sanitaria de Balears (IdISBa), sucesora de la FISIB y del IdISPa, se personaron en las instalaciones del Joan March para proceder a la clausura del laboratorio del científico. En representación del Centro Superior del Investigaciones Científicas (CSIC) estaba presente su delegado territorial en las islas, Joaquín Tintoré.

Tanto Frontera como Martínez explicaron que el viernes se procedió a firmar con el CSIC el acta de desalojo de las instalaciones y que la firma de la liquidación del convenio que unía a la conselleria de Salud y al CSIC se producirá en esta última semana de diciembre o, a lo sumo, en la primera de enero. "Quedan algunos flecos pendientes", señalaron las citadas fuentes.

Bachiller no estaba presente en la clausura definitiva de las instalaciones en las que ha trabajado en los últimos once años ya que al parecer se encontraba realizando la mudanza de las últimas cajas de material al IMEDEA, centro donde "ya se encuentra perfectamente instalado", aseguraron fuentes del CSIC.

También se procedió tanto al cambio de cerraduras como de las claves de las alarmas de las salas de investigación de la antigua Fundación Caubet Cimera, circunstancia que tanto el gerente del IdISBa como Marga Frontera achacaron a una simple medida de seguridad tras once años de uso en los que han pasado por allí muchas personas.

Martínez concretó que el reparto del material y equipamiento de investigación ubicado en el Joan March "se ha realizado de manera proporcional entre el CSIC y la conselleria de Salud. Se han respetado los laboratorios que cada entidad dirigía", precisó.

Así, el laboratorio de Bachiller se ha trasladado al IMEDEA mientras que el otro equipamiento con el que trabaja la investigadora Verónica Regueiro ya está prácticamente instalado en el Instituto de Investigación Sanitaria ubicado en Son Espases.

"Del laboratorio de Regueiro queda material menor o que, por su complejidad, precisa de instalación de obra. Lo iremos trasladando con tranquilidad en las próximas semanas", señaló Frontera, que recordó que el grueso de esta mudanza se realizó el pasado mes de enero, ahora hace casi un año.

Y también recordó la directora general de Recerca de la conselleria de Salud que su intención declarada pasa por optimizar los recursos que esta comunidad autónoma destina a la investigación sanitaria concentrándolos en el Instituto ubicado en Son Espases para "mejorar nuestra masa crítica investigadora".

Como se recordará, las negociaciones para la liquidación del convenio que unía al CSIC -y a Bachiller- con la conselleria de Salud, caducado en enero de 2016, se ha prolongado durante todo este año porque, paralelamente, la dirección general de Innovación e Investigación del Govern estaba negociando nuevas vías de colaboración con el CSIC que pasaban por instalar el laboratorio de Bachiller en la Fundació BIT. En unos momentos en los que el investigador, todavía secretario de Acción Institucional de Podem Balears, participaba activamente en las negociaciones de los presupuestos de esta comunidad.

Uso asistencial

Preguntada sobre qué piensan hacer con estas instalaciones en el futuro, la directora general de Recerca en Salut reveló que el Servei de Salut ya tiene en mente varias ideas que, sin embargo, no quiso precisar. Tan solo detalló que previsiblemente se le dará un uso asistencial. El antiguo laboratorio de Bachiller se encontraba físicamente ubicado en el hospital Joan March del término municipal de Bunyola, centro sanitario especializado en asistencia sociosanitaria. Por ello no es descartable que en sus instalaciones se atienda a población mayor aquejada de varias patologías crónicas.