Podemos ya tiene un movimiento crítico con la dirección del partido y su secretario general, Alberto Jarabo, solo un año y medio después de haber entrado en las instituciones de Balears. Al líder de la formación le reclaman estos militantes que deje de aplicar el código ético de forma interesada y que devuelva el partido a su espíritu fundacional.

Los integrantes de esta segunda vía, militantes de base, se reúnen en torno al movimiento El Podem que volem y también alrededor del documento el Manifiesto de Sineu, que ayer fue presentado en Palma.

"No tenemos etiquetas ni somos de ningún bando ni estamos dirigidos por ningún cargo ni respondemos a las indicaciones de ningún líder", quiso subrayar Elisabeth Pretel, desmarcándose de la oposición a la dirección del partido marcada por Xelo Huertas, la todavía presidenta del Parlament suspendida de militancia. "Sencillamente somos militantes que queremos volver a los orígenes y recuperar la ilusión y el sentido de nuestra existencia", aseguró. "Y por ello exigimos poder utilizar las herramientas del partido para llevar la política a la gente, como se prometió".

"Por eso -añadió Elisabeth Pretel- pedimos que se acabe con las aplicaciones interesadas de los reglamentos y del código ético por parte de algunas personas de nuestro partido y para ello exigimos una nueva manera de elegir a los miembros del Comité de Garantías Democráticas del Partido", manifestó.

Por su parte, Joan Gil, explicó que el Manifiesto de Sineu nació a partir de reuniones de militantes de los círculos de la part forana, con el ánimo de compartir experiencias y contrastar opiniones e información. "Y hacerlo ante la soledad, el aislamiento y el vacío, resultado de la falta de comunicación e integración del partido y también la falta de oportunidades para hacer política en los círculos", dijo. "Hemos sido el combustible de la máquina electoral para aupar a Podemos a las instituciones", destacó Joan Gil. "Pero no se ha velado por el enraizamiento y el desarrollo de los círculos", lamentó.

Las reuniones de críticos han encontrado respuesta y eco en Mallorca, Menorca i Eivissa. "Nunca pretendimos crear una estructura paralela", señaló Gil. "Pero estos foros han ido sumando apoyos en todas las islas debido a que se constató que los problemas eran idénticos, así como las carencias y la frustración de los militantes".

El manifiesto que ayer se presentó en Palma reivindica el espíritu fundacional de Podemos y establece una serie de propuestas consensuadas para salir "del estancamiento actual.