-¿Qué creencias alimenticias hay que desmitificar?
-Que hay alimentos que engordan y otros que no, lo que no es verdad. Los alimentos simplemente tienen diferentes densidades calóricas. Y engordarán o no dependiendo de las cantidades que comas. Por ejemplo, sesenta gramos de arroz aportan las mismas calorías que ochocientos gramos de champiñones. Pero no comes esas cantidades de estos alimentos. Lo que hay que saber es equilibrar las cantidades.
-¿Cómo?
-Mi consejo es que, si tienen dudas, hablen con su farmacéutico o que si necesitan una dieta especial, se pongan en contacto con un dietista nutricionista.
-Cuénteme algún otro falso mito.
-Que los hidratos de carbono engorden por la noche. Engordan lo mismo por la noche que por la tarde o durante el día. Todo depende del gasto energético que vas a hacer después de ingerirlos.
-¿Cuántas calorías deberíamos consumir de media cada día?
-Para una persona tipo de nuestro entorno y más o menos sedentaria, la recomendación es de 2.000 o 2.200 kilocalorías diarias. Lo que debe quedar bien claro es que si consumes más de lo que gastas, ganarás tejido adiposo. Y si comes menos, adelgazarás. Como decían en la película Matrix, los humanos somos pilas.
-¿Qué tiene que decir del etiquetado de los alimentos?
-Que normalmente no leemos las etiquetas de los alimentos procesados. Los elegimos por el color de las etiquetas o por su precio, no en función de su calidad.
-¿Y por qué hay que leerlos?
-Para ver su composición, lo que nos haría descartar muchos. Te pondré un ejemplo. Para hacer un zumo normalmente no se elegirán las mejores frutas sino aquellas que no se pueden comercializar por su baja calidad. Además, se les añade una gran cantidad de azúcares de manera que al final solo estás bebiendo algo similar a agua con azúcar y un poco de pulpa de fruta. Otro ejemplo: Una lata de coca cola lleva el equivalente a 12 sobres de azúcar. Por ello, el consumo de comida basura o de alimentos chatarra debería ser ocasional, anual o nulo porque nutricionalmente no nos aportan nada.
-¿Por qué les añaden estos productos si no aportan nada?
-Porque usan materias primas de baja calidad y les añaden almidones, dextrosa, jarabe de glucosa o fructosa con el objetivo de que se parezcan a la fórmula del caldo de la abuela.
-¿No se trata de productos para alargar su conservación?
-Eso ocurre con los nitritos y los nitratos, que básicamente son conservantes y que no son peligrosos porque su uso está regulado tanto por la legislación europea como la española. Me preocupa más las proteínas de soja o el suero láctico que se añaden a los fiambres para realzar su sabor y que se mantengan más tiempo jugosos.
-¿Prohibiría estos productos manufacturados en las cafeterías o en las máquinas expendedoras de los centros escolares?
-Como nutricionista, considero que en las cafeterías de los institutos no deberían venderse refrescos, zumos, galletas, chocolatinas, patatillas ni ningún otro tipo de snacks.
-¿Y qué ofrecería a los estudiantes a cambio?
-Yogures, frutas y bocadillos.
-¿De fiambres?
-Sí. Al fin y al cabo se trata de adolescentes que están creciendo. Aunque los almidones y la proteína de soja que ponen en el jamón york lo único que hacen es subir su nivel de azúcar sin ningún aporte nutricional.
-¿Son peligrosos o perjudiciales para la salud estos productos?
-No. Las dosis que se usan son inocuas, son seguras. No obstante, las galletas deberían estar prohibidas para los niños, son azúcar libre. La OMS acaba de rebajar la recomendación de consumo de azúcares del 10% al 5% del valor energético diario total. Y eso a pesar de la presión de los lobbys de Estados Unidos, que es brutal.
-Este 5% del valor energético diario, ¿cuánto es?
-Sobre las dos mil calorías que hemos hablado antes... Unos 25 gramos de azúcar al día. Con un zumo o las galletas del desayuno ya has superado esa cantidad.
-¿Le parece bien la medida de subir los impuestos de los refrescos?
-Yo subiría los impuestos de todos los alimentos considerados como comida basura, de todos aquellos que no tenga una calidad nutricional alta.
-¿Y qué dieta sugeriría a las familias con escasos recursos que no pueden comprar carne y pescado fresco?
-Garbanzos y lentejas, la proteína del pobre de toda la vida. Tienen de todo: Hidratos de carbono, fibra, la mayor cantidad de proteínas de todos los vegetales, vitaminas, minerales... Y también les aconsejaría que comieran verduras.
-¿Qué medidas adoptaría para mejorar nuestra alimentación?
-Incluiría una asignatura de nutrición en la educación obligatoria, pero esto requiere de voluntad política. E incluiría nutricionistas en la sanidad pública. La gente está desamparada ya que los endocrinos trabajan en casos clínicos, no en prevención.
-¿Y en estas fiestas de Navidad?
-Que el día festivo comas lo que te apetezca. Las navidades son como la excepción de la dieta. Pero al día siguiente, come normal.
