­Abel Matutes comparece hoy ante la comisión parlamentaria de investigación de las autopistas de Eivissa, para responder entre otras cuestiones por sus conexiones con el constructor Matías Arrom Bibiloni, uno de los concesionarios del nuevo acceso al aeropuerto ibicenco.

El empresario, hotelero y exministro de Aznar será interrogado por la polémica de las tierras procedentes de las obras que fueron depositadas en terrenos de su propiedad, donde pretendía levantar un campo de golf. También por el posible conflicto de intereses entre su hija, Stella Matutes, que en el momento de las obras era consellera en el gobierno del PP del Consell d´Eivissa.

Los partidos del Pacto sospechan que la influencia política de Matutes fue supuestamente clave en la adjudicación de las autopistas a MAB, la empresa de Arrom, y que éste le pudo corresponder durante la ejecución del proyecto.

Uno de los puntos que se investigan es si Matías Arrom y Abel Matutes tenían negocios previos en común, en concreto en la cantera de ca n´Escandell. Durante las sesiones de la comisión ha aflorado que la concesionaria MAB adelantó a algunos afectados por la nueva autovía, entre ellos Abel Matutes, el dinero de las expropiaciones mucho antes de que el Govern lo hiciera. Al exministro de Asuntos Exteriores se le expropiaron varias parcelas, abonándoselas la constructora a precio de suelo urbano y no rústico como correspondía. Este "error" -como se le denominó en su momento, atribuido a la rápida ocupación- provocó que Matutes tuviera que devolver más de la mitad de lo cobrado. Concretamente, el hotelero tuvo que reintegrar a la Administración 3,44 millones de euros en concepto de sobreprecio indebido. La devolución se hizo efectiva en abril de 2009.

Expropiaciones

Més, PSOE y Podemos no consideran un hecho casual que a Matutes se le indemnizara por adelantado por parte de la propia constructora que ejecutaba las carreteras, y que además se pagara un precio muy por encima del valor de mercado al estar los terrenos clasificados como suelo rústico.

Cabe señalar que a día de hoy todavía hay particulares que no han visto satisfechas las cantidades preceptivas en concepto de justiprecio por la expropiación de sus tierras. La izquierda considera un agravio comparativo que Matutes ya haya sido indemnizado mientras otras personas aún esperan.

Otro de los extremos que los partidos del Pacto investigan es el depósito de miles de metros cúbicos en fincas de Matutes para que éste pudiera adecuar un campo de golf. El empresario adujo posteriormente que este depósito le había provocado perjuicios y pleiteó con MAB para su retirada.

Una sentencia del Tribunal Supremo en el año 2011 declaró probado que la sociedad Fiesta Hotels & Resorts, propiedad de Matutes, "había previsto destinar a campo de golf sus terrenos colindantes con la futura vía de acceso al aeropuerto de Ibiza". Los magistrados ven una "particular significación" el que la tierra acumulada por la concesionaria "no se hubiera amontonado de modo que permitiera su próxima retirada, sino que se hubiera repartido para que la superficie de la finca fuera apta para el juego de golf, todo ello de conformidad con el proyecto elaborado por la propietaria".