Se acabó el verano laboral. El final de la temporada ha destruido de golpe 72.850 puestos de trabajo en las islas. Según los datos facilitados hoy por el Ministerio de Empleo, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social queda así reducido a 410.324, lejos del máximo histórico de más de 530.000 afiliados alcanzado durante este verano de cifras turísticas sin precedentes. El golpe además se concentra más que nunca en noviembre: el alargamiento de la temporada suavizó la destrucción de empleo estacional en octubre, de modo que fue durante el mes de noviembre cuando se concentraron la mayoría de cierres de hoteles y pequeños negocios ligados directamente al turismo. Eso ha supuesto que la cifra de cotizantes tanto en el régimen de autónomos como de asalariados por cuenta ajena se redujese un 15% en un solo mes, la caída más fuerte del Estado, donde la cifra de trabajadores apenas se comprime un 0,18%, hasta quedar en 17.734.106, el mejor dato en noviembre desde el año 2009.

La lectura más positiva es que, con todo, el invierno laboral comienza con 23.727 puestos de trabajo más de los que había hace un año.Tras el verano de los récords de empleo y facturación turística, Balears se convierte en la comunidad que más rápido está regenerando su mercado laboral. De hecho, el 6,14% de aumento del número total de trabajadores y autónomos de las islas implica que la economía de las islas está generando empleos el doble de rápido que España, donde el incremento de cotizantes a la Seguridad Social durante el último año es del 3,24%, 557.000 contratados más que hace un año.

La explicación hay que buscarla en el turismo y en sus efectos asociados. Tanto es así que las otras dos únicas comunidades que superan el 4% de incremento en la cifra de trabajadores son los dos principales competidores turísticos nacionales de Balears: Cataluña y Canarias. Aunque ninguna de ellas alcanza el 6% de incremento de los puestos de trabajo que se apuntan las islas en el último año.

La paradoja de ser la comunidad que más puestos de trabajo destruyó en el mes de noviembre y, a la vez, la que más empleo ha creado durante el último año se traslada a los datos de paro. Nuevamente, Balears es la autonomía en la que más aumenta el número de desempleados respecto al mes anterior (11.388 parados, un 19,98% más), pero al tiempo las islas conforman la región que más ha mejorado en el último año, con un descenso de 8.792 parados respecto a hace un año, un 11,39% menos. En España la bajada interanual del paro también es fuerte, pero más tímida: un 8,66% de descenso, 359.475 desempleados menos, que dejan la cifra de parados registrados en 3.789.823.

El saldo final es que hoy hay en las islas 68.395 parados que esperan la vuelta del verano labroal. La mayoría, 55.587, son trabajadores del sector servicios, y eso sin contar a los fijos-discontinuos, que no figuran en los registros de paro (sí en los datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística). La buena noticia viene de la construcción, que ahora empieza su particular temporada alta, de la mano de las obras de reforma de hoteles y otros establecimientos turísticos: la actividad invernal permitía a finales de noviembre que apenas hubiera 6.428 trabajadores de la construcción en paro, cifra que además se reducirá con el comienzo de más obras durante el mes de diciembre.

Trabajo sí, pero precario

La calidad del empleo es lo que menos evoluciona: sigue instalada en la precariedad, mientras la Inspección de Trabajo aumenta su presión para evitar el fraude. También desnudan esta precariedad los datos hechos públicos hoy: de los 35.100 contratos firmados por trabajadores de la islas durante el mes de noviembre, solo 4.635, el 13%, fueron indefinidos. El 87% restante, 30.465 contratos, fueron temporales. Aunque incluso en esto está un poco mejor Balears que el resto de España, donde el 91% de los contratos que se firman siguen siendo temporales.