La presión inspectora contra la explotación laboral funciona. Al menos para el trabajador: en los primeros diez meses de este año las actuaciones de los inspectores del Govern y el Estado han permitido que 5.749 trabajadores hayan logrado un contrato indefinido, y no el temporal que sus empresarios les pagaban en fraude de ley. Es solo un ejemplo de la cascada de datos ofrecida hoy por el conseller de Trabajo del Govern, Iago Negueruela (PSOE), que enfatiza que la acción inspectora está dando frutos y advierte de que la presión va a aumentar.

Y ya es alta. En lo que va de año han ejecutado 15.425 controles de trabajo en empresas, algo más de 50 inspecciones cada día. El resultado directo ha sido un aumento del 83% de las actas de infracción abiertas, que pasan de las 612 del año pasado a 1.118 en esta campaña. Casi el doble. También crece con fuerza el número de trabajadores beneficiados por mejoras de condiciones laborales como consecuencia de inspecciones: fueron 5.894 en 2015 y este año la cifra va ya por 8.844, un 50% más.

El salto cuantitativo tanto en el número de multas como en el de trabajadores favorecidos por la lucha contra la explotación se suaviza cuando se mira la cuantía total de las multas, que engorda mucho menos, un 27%, hasta los 2,5 millones de euros. ¿Por qué? Pues según explica el conseller Negueruela, porque el objetivo principal es que los trabajadores salgan de la irregularidad. No se trata de recaudar, sino de que las plantillas mejoren en una isla que ha vivido este verano las mayores cargas de trabajo del Mediterráneo, sin que eso se tradujese en subidas salariales equivalentes.

Pese a que no se busca efecto recaudador, el conseller reclama al Ministerio de Empleo del Gobierno central que endurezca las multas por infracciones que afectan a las condiciones de trabajo, con el objetivo de que sean más ejemplarizantes. No se han tocado desde 2006, recuerda, cuando sí se ha actuado por fraudes a la Seguridad Social o en materia de prevención de riesgos. “Ahora en las condiciones de trabajo es donde estamos viendo mayores incrementos de las infracciones. En lo más duro de la crisis las irregularidades se centraban en las falta de alta (en la Seguridad Social, es decir, trabajadores en negro) pero ahora vemos que la actividad irregular se concentra en incumplimientos de horarios, condiciones de descansos, horas extra, irregularidades con los contratos a tiempo parcial y temporal. Por eso esta mañana nos hemos reunido con las organizaciones sindicales y empresariales y hemos pactado actuar en esa línea, con la idea de reducir las irregularidades relacionadas con la precariedad laboral”.

¿Cómo lo harán? Pues según desgrana el conseller, para el próximo año hay 17.421 inspecciones de trabajo previstas, incluido un plan contra la subcontratación, otro despliegue especial de verano y refuerzos en las actividad inspectora tanto en materia de salud laboral como de calidad de la contratación y las condiciones de trabajo. “Se trata de que vayamos dando menos margen al incumplimiento. La mayoría de las empresas cumplen con la legalidad, pero las que no lo hacen causan graves perjuicios a los trabajadores, precisamente en un momento en el que deberían estar empezando a notar la mejora del ciclo económico”, reflexiona Negueruela, que considera que la mejora económica no acabará de llegar a los salarios hasta que se avance desde Madrid en medidas como el aumento del salario mínimo.