Las cuentas del Govern para el año que viene siguen adelante en el Parlament. Ayer dieron un nuevo paso en su tramitación. Lo hicieron con el apoyo de la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, y la diputada Montse Seijas, ambas suspendidas de militancia por Podemos por haber amenazado con votar 'no' a estos presupuestos, y con la oposición de PP, Ciudadanos y el Pi por no aprovechar la bonanza para bajar impuestos a rentas medias y bajas. El Govern fue rotundo: no se pueden bajar impuestos y mantener el gasto. "Con la bajada de impuestos que me piden tendríamos 100 millones menos", expuso sus cálculos la consellera de Hacienda y responsable de las cuentas baleares, Catalina Cladera.

Los presupuestos del año que viene superaron las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Ciudadanos y el Pi, que centraron sus críticas en tres puntos: no aprovechar el contexto económico para bajar los impuestos que se subieron el año pasado, no ser los presupuestos "más sociales" y no reducir la deuda de en torno a 9.000 millones que tiene Balears. Que no se contemple bajar el impuesto sobre la renta (IRPF) a las clases medias y bajas o el impuesto de Sucesiones en las herencias de padres a hijos fueron el principal reproche de los partidos del centroderecha de la cámara.

Por los que se refiere a IRPF, los tres partidos de la oposición pidieron bajar este tributo a las rentas que van desde los 18.000 hasta los 34.000 euros, cuyo tipo está entre el 15 y el 18 por ciento, y cuestionaron que, en varios de estos tramos, sea más alto el tipo autonómico que el nacional, o como lo tradujo el portavoz de el Pi, Jaume Font, que "el Govern hace pagar más a las rentas bajas que el ministro Montoro".

"Se niegan a bajar impuestos por falta de voluntad política", criticó la portavoz del PP, Marga Prohens. "Mantienen la subida del IRPF, del impuesto de transmisiones patrimoniales y del impuesto más injusto, el impuesto de sucesiones", señaló la popular, que recordó que "hay ciudadanos que rechazan sus herencias, trabajadas toda la vida por sus familias"por no poder pagar este último tributo.

Según cálculos de la consellera de Hacienda, con la bajada de impuestos planteada por la oposición, el Govern tendría 100 millones menos para el gasto público. La consellera de Hacienda, Catalina Cladera, acusó de demagogia a los partidos de la oposición: "Me piden bajar impuestos, bajar deuda y subir el gasto. Ninguno de ustedes sabría cómo hacerlo. Y si lo saben, díganmelo y háganlo".

La propuesta de El Pi

"Yo sé de dónde sacarlos", retó el portavoz de el Pi, Jaume Font, a la consellera. "Si hubieran regulado el alquiler turístico y los rent a car, contaríamos con más de cien millones más", detalló el parlamentario regionalista. Según explicó, "se calcula que un 30 por ciento de las pernoctaciones se hacen en vivienda vacacional: si las regulan recaudarán por la ecotasa, por el IVA y por el IRPF". "Hablamos de más de 100 millones", explicó Font, que, por otra parte, calculó en unos 15 millones lo que se podría recaudar si se cobrara un distintivo turístico a los rent a car, que el propio sector está dispuesto a aceptar, recordó el regionalista.

Con todo, Font tildó los presupuestos de "made in China", "que nos deslumbran porque sobra dinero", pero que "nos estallarán en la cara porque son falsos".

Desde Ciudadanos, su portavoz, Xavier Pericay, cuestionó a la consellera por haber admitido que la deuda era "insostenible" y que su solución fuera "la carta a los reyes que representa la condonación de deuda que usted defiende".

Las enmiendas a la totalidad de los tres partidos de la oposición fueron tumbadas con los votos de PSIB, Podemos y Més. Las diputadas expedientadas de Podemos, Huertas y Seijas, votaron esta vez junto a sus todavía compañeros de grupo, dando su apoyo, por ahora, a los presupuestos que amenazaron con votar en contra si no financiaban el laboratorio del investigador y dirigente de Podemos, Daniel Bachiller.