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Crisis institucional

Més preparaba otro laboratorio para Bachiller que frustró el escándalo

Un convenio nonato entre la Fundació BIT y el CSIC establecía el traslado del material del hospital Joan March al ParcBit para que el científico trabajara durante otros 4 años con las mismas ventajas

Un sonriente Daniel Bachiller, a la izquierda, junto a Laura Camargo y Alberto Jarabo.

La firma de un convenio entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundació Balear d'Innovació i Tecnologia (Fundació Bit), gestionada por Més, fijaba el traslado del laboratorio del científico Daniel Bachiller desde el hospital Joan March hasta el ParcBit, donde podría trabajar a sus anchas durante cuatro años prorrogables por periodos de la misma duración.

No obstante, el escandaloso trato de favor hacia el científico podemista destapado por DIARIO de MALLORCA así como la intervención del secretario de Organización nacional de Podemos, Pablo Echenique, al que tuvieron que recurrir los investigadores baleares de los que partió la denuncia al ver que en Balears no se hacía nada para evitar los privilegios de Bachiller, frustró la firma del convenio.

Un convenio que contemplaba la creación de un Instituto de Biología Regenerativa en el ParcBit hecho a medida del influyente investigador podemista y que finalmente se malogró.

Pero no porque el CSIC comunicara al Govern que no era posible crearlo por "no reunir los requisitos exigidos", como declaró a este diario Josep Lluís Pons, director general de Innovación e Investigación, sino porque este alto cargo de la conselleria del vicepresident Barceló lo paró ante las repercusiones que estaba provocando el escandaloso trato de favor que recibía Daniel Bachiller, en esos momentos todavía secretario de Acción Institucional de la formación morada en Balears.

Este inesperada marcha atrás del Govern, comunicada al CSIC a finales del pasado mes de octubre, suscitó bastante malestar entre el organismo estatal, que hasta entonces se había limitado a facilitar las cosas para que su funcionario siguiera trabajando en las islas.

Así, el convenio frustrado al que ha tenido acceso este rotativo, exponía que "el CSIC y el Gobierno balear han considerado de gran relevancia la continuidad de la colaboración mutua que históricamente han mantenido en el área científica de la Biomedicina, para lo cual coinciden en la conveniencia de impulsar una nueva etapa que prosiga dicha relación mediante la cooperación en torno a las investigaciones que el Dr. Daniel Bachiller Pérez, científico titular del CSIC, pueda desarrollar en el seno de la Fundación Bit, promovida por el Gobierno" de Balears.

Convenio exclusivo

Llama la atención que en el encabezamiento de este convenio se hable de la colaboración de ambas entidades (CSIC y Fundació Bit) "en torno al desarrollo de las labores de investigación del Dr. Daniel Bachiller". Lo que viene a demostrar que se iba a firmar un convenio para beneficio de un único investigador con, al parecer, gran poder de influencia no solo en el Govern balear sino también en el organismo estatal que tiene como objeto el desarrollo de la actividad científica en todo el país.

El convenio que finalmente no se llegó a firmar no deja lugar a dudas de este favoritismo ya que, entre otras cláusulas, establecía que "el material propiedad del CSIC, antes depositado en la Fundación de Investigación Sanitaria de Balears (FISIB, en referencia al laboratorio del hospital Joan March), y que se trasladará a la Fundació Bit para uso del Dr. Bachiller (...), será mantenido por esta y seguirá inventariado en el mismo será mantenido por esta y seguirá inventariado en el mismoy le será reintegrado de producirse la desvinculación de la Fundació Bit por parte del mencionado investigador".

Un ayudante

Y para que no variasen las privilegidas condiciones de las que Bachiller goza aún, aparte de asumir la Fundació Bit el coste del mantenimiento de su laboratorio reseñado en el párrafo anterior, el convenio le garantizaba, siempre que la Fundació lo considerase necesario, un investigador permanente como ayuda para los proyectos públicos o privados que el científico podemista obtuviese.

También establecía este preacuerdo que "los proyectos, convenios o contratos que previamente a la firma del presente convenio estuvieran vigentes y siendo gestionados por la FISIB y en los que Bachiller actúa como investigador principal, serán trasladados para su gestión a la Fundació Bit".

O, lo que es lo mismo, se llevaba también los proyectos de investigación conseguidos bajo el paraguas de la FISIB para que la privilegiada situación de la que ha disfrutado en la última década se mantuviera en el tiempo. O por lo menos los cuatro años de duración del convenio prorrogables que establecía el preacuerdo.

Los estatutos de la Fundació Bit que iba a acoger a Bachiller establecen como objetivo prioritario el fomento de las nuevas tecnologías por lo que también deberían modificarse para acoger al polémico investigador.

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