Alberto Jarabo no solo evitó exteriorizar su apoyo a los presupuestos del Govern, en el foro de Podemos que conllevó un expediente sancionador y la suspensión de militancia de dos diputadas díscolas. El secretario general de la formación barajó incluso un voto negativo contra las cuentas de Francina Armengol para 2017. Acuciado para que se pronunciara, el líder del partido emergente se encerró en la disyuntiva ambivalente de que "se votará o no en función de la negociación, digo yo". Así consta en la transcripción íntegra del chat vía Telegram, al que ha tenido acceso este diario.

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Las sanciones en el seno de Podemos se han traducido en una crisis institucional, al afectar a la presidenta del Parlament Xelo Huertas y a la diputada Montse Seijas. La querella se ha asociado a su alineamiento con el investigador y empresario Daniel Bachiller, después de que el Govern suprimiera el laboratorio del alto cargo de la formación también purgado. Este sector se hallaría enfrentado a la corriente oficial de Jarabo y Laura Camargo. El repaso a centenares de intervenciones en el foro apunta a conclusiones más matizadas. Por ejemplo, el secretario general mostraba su "solidaridad total" con el científico expulsado. Además, Jarabo intentaba tranquilizar a sus huestes al confiarles que "acabo de hablar con Biel Barceló".

El "se votará o no" de Jarabo seguía a su apoyo confirmado a los presupuestos del año próximo. El secretario general se refugiaba en la posibilidad de introducir enmiendas. Huertas y Seijas mostraron en algún momento del foro su firme voluntad de oponerse a las cuentas del Govern, pero distaban de hallarse aisladas entre la quincena de miembros del Consejo Ciudadano Autonómico de Podemos, dispuesta a dar una lección al ejecutivo de PSOE y Més por prescindir de Bachiller. "Solidaridad" y "contundencia" se convirtieron en términos frecuentes en el agitado intercambio de opiniones.

Huertas y Seijas ni siquiera fueron las únicas parlamentarias que vincularon la suerte de Bachiller a su respaldo a los presupuestos. El diputado Baltasar Picornell Balti trasladaba "mi solidaridad con un compañero como Daniel" a que "si hemos de decir no a las chuches, decimos que no, y digo chuches para no decir presupuestos". El ocupante de uno de los diez escaños de Podemos, en representación de Mallorca, no ha sufrido represalia alguna por estas manifestaciones, que refrendan la iniciativa de las disidentes. Los cargos estatales del partido emergente han manifestado que las intervenciones en el chat han sido definitivas para la incoación de los expedientes, al supeditar presuntamente una iniciativa pública al interés privado.

Jarabo mantiene un duro enfrentamiento con la sancionada Seijas, con intercambio de términos como "difamación". Sin embargo, el secretario general dista de recordar el apoyo forzoso a los presupuestos, antes de su ambiguo "se votará o no". Para reforzar la magnitud de sus logros negociadores frente a socialistas y ecosoberanistas, transmite a sus correligionarios que "la consellera de Sanidad casi nos lloró para que le diéramos más dinero". Su número dos, Laura Camargo también exige "contundencia, sí. Suicidio político, no".

La profesora universitaria consideraba "un error político de alto nivel y altísima factura vincular los presupuestos al futuro del laboratorio". Sin embargo, practicaba una exquisita equidistancia, y parecía felicitarse por hallarse alejada geográficamente del foco de la disputa. La defensa unánime de Bachiller, en la que participaba Camargo al demandar "contundencia", acabaría reportando los tres expedientes que debe saldar la dirección nacional de Podemos.

Bachiller evita asimismo los pronunciamientos categóricos a lo largo del intercambio. Ejercita su frialdad característica, frente al acalorado entorno. Sin embargo, interviene en los momentos fundamentales, para encarrilar el debate hacia su situación. El investigador ha sido apartado del secretariado que ocupaba, con peor suerte que otros miembros del Consejo Ciudadano que participaron en el intercambio desde propuestas radicales.

La intervención de Ana Serra, secretaria de finanzas con residencia en Calvià, no deja lugar a dudas sobre la univocidad de los mensajes en el chat. "Si el equipo (de Podemos) no consigue revertir la decisión del Govern (sobre Bachiller), considero que hay que ser contundentes". Tampoco ha recibido castigo alguno a raíz de su posicionamiento.

El secretario de organización Alejandro López, próximo a Jarabo, ejerce la labor de interrogador inquisitivo. Sugiere precisiones a las propuestas extremas surgidas de sus colegas del Consejo Ciudadano. Con todo, también este dirigente retrocede bajo la apariencia de que le han tranquilizado las aclaraciones. Se congratula de que "no se proponía lo que yo había entendido". Es decir, que del chat no se desprendía un voto contra los presupuestos.