El grupo parlamentario del PSOE decidió ayer relevar al diputado por Balears que se negó a votar a favor de la investidura de Mariano Rajoy, Pere Joan Pons, como portavoz en la comisión de la Unión Europea. Pons, según explicó a este periódico, conoció "la decisión diez minutos antes de la comisión, cuando me llamó el portavoz Antonio Hernando". El parlamentario isleño cuestionó la legitimidad de la actuación de su partido como consecuencia de no haber acatado la decisión de la gestora socialista de abstenerse para hacer presidente a Rajoy.

"Esta situación demuestra que seguimos con batallas internas que adoptan órganos sobre los cuales no está claro que les correspondan estas decisiones, aseveró Pere Joan Pons. Si bien es cierto que la comisión como tal no se había constituido todavía, Pons venia ejerciendo las labores de portavoz desde hacía semanas. Había actuado como representante socialista en la visita del comisario europeo Miguel Arias Cañete y durante la comparecencia del secretario de Estado de la Unión Europea.

Pere Joan Pons se mostró dolido por la decisión y lamentó que "fueran unas represalias por el hecho de haber votado a conciencia".

El diputado balear, que fue apartado del cargo junto a José Zaragoza, diputado del PSC, reemplazado como presidente de la comisión para la UE también por romper la disciplina de voto, también lamentó que el partido caiga en "batallas estériles en las cuales son cuestionables las formas y la legitimidad de las decisiones que se toman". El parlamentario isleño fue sustituido al frente de la comisión por Eduardo Madina, uno de los diputados socialistas más acérrimos a la abstención en favor del PP.

Pese a sus críticas, Pere Joan Pons se mostró confiado en que las represalias a los díscolos que votaron contra la investidura de Rajoy no vayan más allá y abogó por pasar página. "Es el momento de coser, y lo que tiene que hacer la gestora es ponerse inmediatamente a activar la maquinaria que nos tiene que conducir a un congreso para elegir nuevos liderazgos y nuevos proyectos", aseveró el diputado socialista por Balears.

Pons aseguró que no tenía ninguna noticia sobre la tramitación de los expedientes disciplinarios a los diputados díscolos y confió en que todo acabe con la sanción de 600 euros.