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Entrevista

Alberto Jarabo: "Puedo garantizar que ningún diputado más seguirá a Huertas y Seijas"

"Estoy absolutamente tranquilo. Me encargué de que no hubiera sombra de duda sobre mí"

Podemos había vivido momentos difíciles en Balears, pero nunca como la crisis sufrida esta semana. La suspensión de militancia de Xelo Huertas, su cargo público de mayor relevancia en las islas como presidenta del Parlament, ha levantado las alfombras del partido: presiones internas y a consellers del Govern para tratos de favor, malas relaciones personales entre dirigentes e investigaciones entre miembros del partido. La polémica ha alcanzado directamente al secretario general de la formación en las islas, Alberto Jarabo (Madrid, 1975). Se le ha acusado de purgar a sus críticos, se han conocido informes internos que manejaban las sancionadas por su relación con IB3 y, con dos diputadas menos, sus socios de PSIB y Més le piden garantías de estabilidad al Pacto.

-La crisis en su partido le ha acabado salpicando directamente. ¿Conocía que las expedientadas de su partido investigaban su relación con IB3?

-Sí. Desde finales de septiembre. Me hicieron llegar ese informe y enseguida ofrecí las explicaciones necesarias al grupo parlamentario para poder aclararlo todo.

-¿Hay alguna vinculación entre la situación de los expedientados con esta investigación?

-No, no. No hay ninguna vinculación. Los cargos de Podemos tienen que estar sometidos a una cierta fiscalización de las bases, de los círculos y de los compañeros. Así se hizo. No hay ninguna vinculación entre los dos temas.

-Huertas aludió a que había quien tenía "bastante que callar". Parece obvio que ese mensaje iba dirigido a usted.

-Estoy absolutamente tranquilo. Di esas explicaciones y también al Consejo Ciudadano Autonómico. Dejé demostradísimo que vendí las participaciones de mi productora, con la que rompí relaciones desde que asumí el cargo. Quería evitar que se repitiera el conflicto de interés que hubo, por ejemplo, la legislatura pasada con José Ramón Bauzá y su farmacia. Sabía que Podemos iba a ser examinado y me encargué de que no hubiera sombra de duda sobre mí.

-Insiste en que ya no tiene participaciones de su productora, pero el informe denuncia vínculos de la productora con su mujer. ¿No hay conflicto de intereses al representar usted a Podemos en la comisión de IB3?

-No, eso no es cierto. Mi mujer nunca ha tenido participaciones en la productora, ni antes ni en la actualidad. Sí que ha sido contratada puntualmente, porque ella es guionista y periodista, y ha hecho trabajos con esta productora y con otras. Es una profesional reconocida y es normal que la productora quiera contar con ella. Así que de ninguna manera existe un conflicto de intereses.

-Aseguran que esta legislatura la facturación de su productora a IB3 se ha disparado.

-Lo expliqué: según ese informe, por llamarlo de algún modo, se dice que la productora aumentó su facturación con IB3 en 2015, pero, según se puede consultar en datos publicados por la cadena, fue en época del Partido Popular. Andreu Manresa no es director general de la televisión hasta diciembre de 2015 y el director, Joan Carles Martorell, hasta marzo de 2016. Así que no había ninguna capacidad del Govern de influir en la anterior dirección general.

-¿Tuvo algo que ver con el nombramiento de Joan Carles Martorell, con quien usted había trabajado como director de la televisión pública?

-En una reunión entre los partidos le dijimos a Manresa que no podía haber comisarios políticos. El equipo de dirección lo nombra el director general del ente.

-Pero, ¿le consultaron el nombramiento de Martorell?

-No. No se nos informó. Al menos, no a Podemos. De ninguno.. Sí que Manresa nos comentó su intención de nombrar a la directora de IB3 Ràdio.

-Admitió que su relación con Huertas no era buena.

-En ningún momento he pretendido fomentar una mala relación con Xelo Huertas. Ha habido un esfuerzo para que hubiera una buena relación. Después, naturalmente, como en cualquier equipo humano, puede haber fricciones personales y es cierto que con Xelo las había. Como secretario general mi trabajo es garantizar la cohesión dentro del partido e intente que la hubiera.

-¿Cuál es el origen de esas fricciones? ¿Motivos políticos?

-No. Podía haber perspectivas distintas pero totalmente normales. Las fricciones que podía haber eran más bien emocionales.

"Bachiller pudo solapar sus facetas como científico y como miembro de Podemos y se le alertó"

-La puso de número cuatro en su lista y la propuso como presidenta del Parlament. ¿Cuando perdieron la confianza?

-La decisión de que fuera presidenta del Parlament fue del Consejo Ciudadano, yo sólo la trasladé a los otros partidos. Mi relación con Xelo siempre ha sido igual. No ha habido cambios.

-Según el expediente, las presiones de Huertas para financiar el laboratorio de Bachiller son mediante un chat del partido. ¿Le expresó su postura personalmente o por otro canal?

-Manifestó su posicionamiento en diferentes lugares. Generó debate en el partido. La cuestión es que hubo un momento que ese posicionamiento fue inquietante.

-¿Se trató de reconducir?

-Sí. Dentro de los órganos del partido. Se habló y se pidió que hubiera la máxima homogeneidad en el grupo parlamentario.

-¿Sabía que Huertas presionó a miembros del Govern para conseguir ese trato de favor?

-Xelo no me lo dijo, pero el Govern nos manifestó la preocupación de que pudiera haber diferencias de voto en la aprobación de los presupuestos. Varios miembros del Govern me expresaron esa preocupación.

-¿Fue ese el detonante de la apertura del expediente?

-La recogida de información sobre este tema había empezado antes del Consejo Ciudadano, que fue antes de que Huertas pudiera decir nada al Govern. Ahí fue donde ya vimos un exceso de rotundidad en la oposición a los presupuestos que nos preocupó, porque se defendía una postura que no era aceptable para el partido. Ahí la secretaría de organización autonómica recopiló la información y la elevó a la secretaría de organización nacional.

-Huertas defiende que es inocente y amenaza con llevar ante la justicia las acusaciones del partido contra ella.

-Por parte de la opinión pública, de los medios y del partido se ha agradecido conocer por qué se le ha abierto expediente. A veces hay distorsiones y nosotros, en un gesto inédito en otros partidos, apostamos por la transparencia. A partir de aquí, se abre la vía de la defensa de estas personas.

-Parece que tienen el apoyo de Pablo Iglesias en las medidas tomadas. ¿A qué se debe esta implicación de la dirección nacional en un tema autonómico?

-Creo que se podría haber gestionado desde aquí, pero dada la posición de Xelo Huertas como segunda autoridad de Balears era importante trasladar lo que estaba sucediendo al partido a nivel estatal por la trascendencia que podía tener. La dirección estatal actuó muy rápidamente, lo que desde aquí agradecemos porque los hechos parecen ser graves.

-Se ha cuestionado la puesta en escena. ¿Era necesaria una rueda de prensa de Pablo Echenique para comunicar la medida?

-Entiendo que Echenique simplemente trasladó las resoluciones del Consejo de Coordinación. Siempre hemos sido muy transparentes. Luego, por su trascendencia lo que no podíamos hacer era no dar explicaciones aquí.

-¿Aquí no hay guerra de facciones como en otros lados?

-No, aquí no hay guerra de facciones. Aquí hay posiciones diferentes que se debaten en los órganos. Aquí no hay líneas ideológicas distintas y si las hay son matices a cuestiones concretas, comprensibles dentro de un partido.

-¿Huertas y el resto de expedientados tienen apoyos?

-Puede haber sentimientos de pertenencia o de afinidad, pero lo que hay que juzgar son hechos. El informe se basa en hechos. En política muchas veces hay mucho ruido y información tergiversada. Quiero insistir en que los hechos son fundamentales.

-Trascendió que Bachiller había puesto la financiación de su laboratorio en la mesa de las negociaciones del Pacto. Usted estaba en esas negociaciones.

-En la negociación de los acuerdos defendimos el fomento del I+D+i y evitar su dispersión en el Govern. Cuando se crea una dirección general de Innovación pedimos que se concentraran ahí todos los esfuerzo en I+D+i.

-Cuando se conocieron las denuncias de los investigadores por la financiación de Bachiller ustedes defendieron en bloque a su dirigente. ¿Defiende lo que se le ha pagado este año?

-Es evidente que hubo una campaña en su contra. Finaliza ese convenio, pero se contemplaba que si ninguna de las partes manifestaba voluntad de finalizar esa colaboración, seguía. Al finalizar, se prorroga. Nada más. Eso sí, el Govern y el CSIC ya tenían intención de renovarlo porque que venía de la época de Jaume Matas.

-¿Por qué se financia el laboratorio en 2016 y no en 2017?

-Esa prórroga acaba y se liquida la colaboración. Es en esta liquidación cuando surgen fricciones entre Daniel Bachiller como investigador y la Conselleria de Salut. Él lo elevó al partido para que actuará. Vinculaba esos problemas a su relación con Podemos. Hay que diferenciar muy bien la faceta de Daniel Bachiller como investigador de su faceta como miembro de Podemos.

-¿Él la supo diferenciar?

-Pudo haber momentos en que solapase ambas facetas y se le alertó. Se habló en los órganos del partido porque Podemos no podía tolerar conflicto de intereses.

-Usted dijo que se abría expediente cuando había suficientes indicios. ¿Es reversible la situación de Huertas y Seijas?

-El proceso que se ha abierto les permite defenderse y explicarse. Hasta que den sus explicaciones lo único que podemos hacer es esperar y pedirles prudencia y responsabilidad, en un proceso que sabemos que es desagradable. Veremos qué sucede. Ahora depende de la Comisión de Garantías.

-Se da por hecho que Huertas deberá dejar la presidencia del Parlament. ¿El nuevo presidente debe ser de Podemos?

-Lo importante ahora es la estabilidad institucional y el Parlament debe estar bien representado. Eso deberá hablarse primero en los órganos del partido y luego, lógicamente, con nuestros socios, para tener esa estabilidad.

-¿Estará dispuesto Podemos en ceder ese cargo a PSIB o Més?

-Se tendrá que debatir en los órganos internos de Podemos.

-Con todo este episodio, ¿se tambalea el Pacto en Balears?

-Toda actuación tendente a la limpieza y regeneración de un partido fortalece tanto al partido que lo ejerce como a sus socios. Es importante poner el acento en la transparencia y la actuación que ha tomado Podemos. Es necesario que otros partidos eleven sus listones como Podemos. Hemos visto al PP defendiendo a personas condenadas. Para nosotros hacer eso sería inadmisible.

-¿Debilita a Podemos frente a PSIB y Més en el Pacto?

-La autoexigencia da credibilidad. Debilidad ninguna. Ante cualquier negociación ejerceremos una presión política. Ahora se nos debe respetar más que nunca al sentarnos en una mesa.

-Tras la ruptura de la disciplina de voto de Huertas y Seijas, parece que el desenlace será que Podemos se quedará con 8 diputados. No obstante, recientemente otro diputado, Salvador Aguilera, también se desmarcó. ¿Cuántos diputados le puede garantizar a Armengol?

-Tenemos un grupo parlamentario que funciona y que puntualmente ejerce una libertad de conciencia. Aguilera lleva años defendiendo la Educación Pública y nos explicó por qué lo había hecho. Lo de Huertas y Seijas no corresponde a disciplina del partido, ya que están expulsadas.

-¿Puede garantizar que nadie más seguirá a Huertas y Seijas?

-Sí. Se ha hablado con el Consejo Ciudadano. Puedo garantizar que ningún diputado más seguirá a las diputadas expedientadas.

-Podemos hablaba de la casta y la gente. Ahora vemos que la gente también se corrompe.

-En mi primera entrevista, a este periódico, se me preguntó lo mismo. Dije que por supuesto, que ese riesgo existe y que las instituciones atrapan. Las instituciones tienen muchos riesgos. Para no perder nuestra esencia es indispensable que haya una vinculación mayor con la sociedad que con las instituciones. Es el debate que ahora tenemos en Podemos.

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