Coincidiendo con el momento de mayor implantación y de poder, el PSM, cumple sus 40 años de vida. Nunca, a lo largo de sus cuatro décadas de historia, habían tenido la vicepresidencia del Govern y tres conselleries, la presidencia del Consell de Mallorca y en pocos meses asumirán la alcaldía de Palma. Nació del Partit Socialista de les Illes (PSI) que antes de su legalización actuó de forma clandestina bajo la denominación de Promocions Socials Illenques. El PSM se erigió en la formación que abanderó el nacionalismo en las islas y jugo un papel fundamental en logros tan importantes como el de la normalización lingüística, la defensa del territorio y la preservación de los espacios naturales emblemáticos como es Trenc, sa Dragonera o la reconversión de Cabrera en parque nacional.
Bel Busquets, actual secretaria general del PSM, aseguraba que "Mallorca sería muy diferente de no haber existido el PSM". No obstante, pese a haber consolidado una notable implantación a nivel local con sus señas de identidad en favor de la lengua, territorio y país, su gran asignatura pendiente es conseguir un diputado en Madrid para defender las tesis isleñas en el Congreso de los Diputados. Lo han intentado en solitario y en coaliciones, pero el electorado que sí confía en sus siglas en las autonómicas, deja de hacerlo en las generales.
La historia del PSM fue fruto de la escisión del PSI, una formación que aportó los embriones del socialismo en Mallorca. Sus impulsores fueron el sociólogo Antoni Tarabini, el exconseller Celestí Alomar, el exdiputado y futuro líder del PSM Sebastià Serra y el sindicalista y exalcalde de Calvià Paco Obrador. Después de las primeras elecciones nacionales, que acabaron en fracaso para el PSI, se fragua la escisión. El sector más nacionalista, encabezado por Sebastià Serra crea el PSM y los defensores de priorizar el socialismo se marchan al PSOE. El sociólogo Antoni Tarabini aseguró que dentro del PSI "había dos almas". Con esta frase definía los motivos de la separación del PSI.
En 1979, en las primeras elecciones municipales y preautonómicas consiguen varias alcaldías y entran a gobernar en Palma junto al PSOE de Ramón Aguiló. En el extinguido Consell General Interinsular, órgano previo al actual Govern, consiguen dos representantes: Gabriel Oliver (majoral) y Pere Llinàs. En estos tiempos ya empiezan a despuntar en la cantera del PSM figuras que años después tendrían relevancia. Es el caso de Mateu Morro, Pere Sampol o Eberhard Grosske que después pasaría a Esquerra Unida.
Después vendrían diputados de la talla de Sebastià Serra, Joan Mayol o el menorquín Ramon Orfila en las primeras elecciones autonómicas. El PSM jugó un papel fundamental en la aprobación y elaboración de la Ley de Normalizació Lingüística.
A mediados de los 80 se produce una de las situaciones más críticas del PSM con un documento interno que pone en duda la viabilidad del proyecto político de la izquierda nacionalista isleña. Sebastià Serra presenta la dimisión como secretario general. Pese al desánimo, se celebra un congreso y surge la figura de Mateu Morro como secretario general. Cargo que ostentaría durante 17 años en distintas etapas. "A lo largo de estos 40 años -opina Morro- el bagaje del PSM ha sido muy diverso, desde las políticas sociales, pasando por el nacionalismo y la defensa de nuestra cultura y territorio han sido las señas de identidad. Yo destacaría su condición de partido que se ha mantenido sin depender de Madrid".
A mediados de los 90 entran a gobernar en el Consell con un pacto con PSOE, UM y Esquerra Unida. En el 99 alcanzan la vicepresidencia del Govern con Pere Sampol, lo mismo que en la actualidad con Biel Barceló al frente de la Vicepresidencia.
El próximo viernes día 18 celebrarán el acto central de su 40 aniversario en Algaida.
