La aportación global del Govern a la Universitat de les Illes Balears llegará hasta los 63,2 millones de euros en 2017, lo que supone un incremento de del 6,8% respecto a 2016. A la facultad de Medicina, que en septiembre del año que viene iniciará su segundo curso de andadura y tendrá ya 120 alumnos, acaparará algo más del 1% de ese incremento (887.947 euros).

La mayor parte de la transferencia se remite para gastos corrientes y de nóminas, partida que llegará a los 52,56 millones de euros en 2017 tras crecer un 4% respecto a este año. El objetivo: mejorar la inversión por alumno y acercarla a la media estatal (Balears está en la cola de inversión por estudiante universitario ya desde los años previos a la crisis económica). Otro reto es disminuir el número de alumnos por clase en los grupos más numerosos, en cumplimiento de lo que preveía el Plan Bolonia, según ha expuesto esta mañana el conseller de Educación, Martí March, en comparecencia parlamentaria para explicar las cuentas de su departamento para 2017.

Algo más de 4,5 millones de euros de la transferencia se destinará a complementos para el personal docente e investigador. En 2017 se aumentará un 13,4% esta partida al recuperarse el complemento a la excelencia investigadora (fue suprimido la anterior legislatura) y al permitirse, por primera vez, que el profesorado interino (tanto funcionario como laboral) puede solicitar el complemento de docencia.

En cuanto a infraestructuras, la partida del Govern se mantiene en 1,2 millones de euros, a la que se han de asumir un 480.000 euros debido a programas ligados a Fondos FEDER para asumir proyectos "estratégicos", incluyendo la redacción del proyecto del Edificio Interdepartamental II, que albergará los estudios de ciencias de la salud: Enfermería, Fisioterapia y Psicología.